El perro «Toto» se instaló en la puerta del hospital Pablo Soria de Jujuy donde vio por última vez a su dueño que, finalmente, murió. Se trata de un labrador de seis años que llamó la atención de pacientes y empleados del hospital que vieron cómo el perro se quedaba ahí y no se movía.
El dueño vivía solo con el perro y lo tenía como un hijo, por eso pidió que lo llevara a despedirse. Los familiares se retiraron del hospital y nadie se hizo cargo de él. Con ojos tristes espera que alguien lo adopte.
Dafne Rodríguez, protectora independiente, publicó esta historia en las redes sociales y le brindó atención veterinaria. La historia trascendió en las redes sociales y cientos de usuarios compartieron el conmovedor caso que es otra muestra de fidelidad y amor incondicional de un animal hacia una persona.
Ella lo llevó a algunos posibles adoptantes pero el can no pudo adaptarse a vivir con otros perros, por eso necesita un nuevo hogar en el que no haya otra mascota.
El Patagónico