Serán parte de la delegación argentina que en el mes de julio participarán en Le Dorat del certamen internacional. Pablo Barrera y Arsenio Sayhueque, de Puerto Madryn, competirán en tijera manual, mientras que Ramiro Martínez Aguirre, de El Maitén, es uno de los acondicionadores.
Del 4 al 7 de julio se realizará en Le Dorat (Francia) una nueva edición del Campeonato Mundial de Esquila, con la participación de representantes de 40 países, y en la cual habrá una delegación argentina integrada por tres chubutenses.
El equipo argentino estará integrado por el manager Gabriel Pare y la coordinadora Oriana Riou, además de los acondicionadores Ramiro Martínez Aguirre (El Maitén) y Federico Blanco (Curuzú Cuatiá – Corrientes).
En la competencia de esquila con tijera mecánica, la representación nacional estará en manos de Osvaldo Magallanes y José Paiva, ambos de Corrientes, mientras que en tijera manual los chubutenses Pablo Barrera y Arsenio Saihueque serán los participantes.
En el caso del madrynense Pablo Barrera, será su tercera participación en un torneo de estas características y el segundo en el que participa junto a Arsenio Sayhueque, ambos en la categoría de tijera manual.
“La invitación llega de la gente que hace este tipo de eventos, empiezan a contactarse con los posibles competidores o quienes estén en condiciones de hacerlo y luego se hace a través de la vía formal, con los ministerios, las embajadas, quienes remiten a los lugares donde estamos quienes podemos llegar a quedar incluidos, más allá de las competencias internas que se desarrollan”, dijo Barrera a Cadena Tiempo.
Una vida en la esquila
Con 35 años de esquilador, asegura que “esta es una profesión para la cual se nace; si se hace por necesidad se dura poco. Si nacés con esto y lo amás, es para toda la vida”.
Su pasión y su oficio “empezaron en el campo de mis abuelos, de mis padres, hace muchos años. Mis parientes siempre han tenido máquinas de esquila, y siempre estuve en el rubro. En esta profesión vos te vas haciendo de chico” y contó que al igual que su compañero, con el paso de los años fue conociendo otra gente, otras técnicas y perfeccionando su trabajo.
Durante el año se trabaja en la zafra, “pero siempre te das un momento para entrenar técnicas y también mirar a otros para poder corregirte vos. Nosotros no tenemos la posibilidad como los esquiladores de alta competencia de tener un técnico, nos costaría algo que no podemos pagar, y no estamos referenciados para tener acceso a eso”.
Tiempo de competencia
En cuanto a la competencia en sí, explicó que “se tienen en cuenta muchas cosas y la velocidad está incluida aunque no es el ítem más destacado. Es una competencia en la cual, como en todo trabajo, la calidad es importante, también cómo vos manejás el animal, la lana, cómo te ubicás, todo eso va incluido en un concepto que da una puntuación o si haces mal algo una penalización”.
Un corte o una herida en un animal puede ser causal de penalización e incluso quedar último, pero indicó que “siempre es un riesgo, porque estás trabajando con herramientas. Por ahí en la esquila manual está más controlado, pero en la esquila a máquina uno trabaja con un aparato que funciona a 3.700 revoluciones por minuto, es un aparato eléctrico con peines cortantes especiales, con puntas para entrar en la lana, que corte y que no tire”.
Por lo general los sistemas de esquila que se utilizan en las competencias son diferentes al que de manera frecuente se usa en la parte productiva. “Los sistemas siempre se van adaptando a las ovejas, a la lana, pero el tipo de esquila para las competencias es diferente, se usan nuevas técnicas que son de mucha velocidad y tenés que estar adaptado”, dice el chubutense.
Cuerpo y mente
En ese sentido consideró fundamental “tener una preparación, hacer varias capacitaciones para poder llegar con técnicas pulidas y preparados para un trabajo diario de 8 a 9 horas, y de acuerdo al tipo de competencias con más razón uno tiene que preparar el cuerpo y la mente”.
Así Pablo Barrera también afirmó que la parte mental es muy importante, “pues estás compitiendo con un ser vivo entre tus piernas, que tiene pensamiento propio, movimiento propio, y tiene que estar lo más cómoda posible para que te deje trabajar de la manera más cómoda y rápida posible, con la mejor calidad”.
El evento en el que participará la delegación argentina se inicia el primer día de julio, pero durante las primeras jornadas habrá capacitaciones y demostraciones de distintos tipos de tareas relacionadas con la lana, para después iniciar todo lo relacionado con el torneo de esquiladores.
“Cuando estás en el evento subís a la tarea de esquila y podés acceder al lugar donde van a estar las ovejas, que por lo general son tres, ahí ves los animales y tenés la chance de hacer algún reclamo al referí que es uno de los jurados si ves que un animal puede tener algo que complique la faena. Él mira, la revisa y si entiende que no tiene nada raro tenés que esquilar sí o sí ese animal y si estás en lo cierto te la cambian y ahí a los pocos minutos empezás a competir”.
Hoy la referencia a nivel mundial la marcan los esquiladores de Nueva Zelanda y Australia, con marcas por oveja esquilada que rondan los 40 segundos, mientras que en lo que es la competencia con tijera los más fuertes son los sudafricanos, “que hace mucho no le podemos ganar, hemos sido capacitados por ellos, por eso podemos avanzar en estos torneos, porque hemos tenido capacitadores de ellos acá y también hemos tenido la oportunidad de viajar a Sudáfrica”.
Más allá de la competencia y el resultado, el esquilador chubutense destaca la camaradería que se vive en estos eventos, “porque te ayudan, nosotros no tenemos las herramientas que ellos tienen, pero te ayudan, corrigen y son solidarios; hay mucha camaradería más allá del idioma”.
red43