Un nuevo incidente de seguridad encendió las alarmas en la base naval francesa de Île Longue, cerca del puerto de Brest, luego de que cinco drones no autorizados sobrevolaran la zona restringida donde operan submarinos con capacidad nuclear
Según Radio3, el personal militar respondió con disparos de advertencia y activó el protocolo antidrones.
Militares activaron el protocolo y realizaron disparos de advertencia
El batallón de fusileros marinos, responsable de la protección de la base, detectó la presencia de drones que irrumpieron en el espacio aéreo prohibido. Ante la amenaza, se activó de inmediato el sistema de defensa y se efectuaron disparos preventivos para neutralizar o disuadir el avance de las aeronaves.
La Gendarmería confirmó la maniobra militar, aunque no detalló si alguno de los drones resultó dañado ni quién podría estar detrás de la operación.
Segunda incursión en menos de un mes y creciente preocupación
El episodio se suma a otro registrado entre el 17 y el 18 de noviembre, cuando drones también sobrevolaron áreas sensibles de la base. Esta repetición de incidentes refuerza las sospechas sobre un aumento de incursiones no autorizadas en instalaciones estratégicas del país.
Île Longue es una pieza clave de la disuasión nuclear francesa: allí operan cuatro submarinos capaces de lanzar misiles de largo alcance con carga atómica. Por su carácter crítico, cualquier violación del espacio aéreo es tratada como un riesgo potencial de espionaje o desestabilización.
Europa registra más sobrevuelo sospechoso de drones
Expertos en seguridad vienen advirtiendo que distintas bases y puntos estratégicos europeos están experimentando un incremento de operaciones con drones que no cuentan con autorización. Algunas maniobras han sido vinculadas a actividades de inteligencia relacionadas con Rusia, aunque en este caso las autoridades francesas evitaron realizar comentarios que respalden esa hipótesis.
Francia mantiene la vigilancia reforzada mientras intenta determinar la procedencia de los drones y evaluar si los episodios responden a una amenaza coordinada. La seguridad en instalaciones críticas vuelve a quedar bajo la lupa en un escenario global de creciente tensión tecnológica y geopolítica.




