El actor y comediante Vladímir Zelenski fue investido hoy presidente de Ucrania en una ceremonia solemne en la Rada Suprema (Parlamento), ante la que anunció la disolución de ese cuerpo para celebrar elecciones parlamentarias anticipadas y prometió trabajar en una solución al conflicto armado en el este del país.
Zelenski, de 41 años, llegó a la Rada Suprema a pie, sonriente y saludando y tomándose fotos con algunas de las tres mil personas que se habían congregado en el exterior para seguir la ceremonia de investidura en pantallas.
El nuevo mandatario, popular por su actuación en la serie de televisión «El servidor del pueblo», en la que interpreta a un profesor de historia que llega a la presidencia del país, convirtió la ficción en realidad cuando ganó hace un mes las elecciones presidenciales, con el 73,22% de los votos, y frustró el intento de reelección de Petró Poroshenko.
«A lo largo de mi vida, he estado tratando de hacer todo lo posible para que los ucranianos sonrían. En los próximos cinco años, haré todo lo posible para que no lloren,» prometió Zelenski, según informa EFE.
En el interior de la Rada Suprema, Zelenski juró ser fiel a la Constitución con su mano derecha sobre la Carta Magna y el «Evangelio de Peresopnytsia», uno de los manuscritos del Oriente eslavo más importante del siglo XVI y que es utilizado en investiduras.
El sexto presidente de Ucrania, acompañado de su esposa Elena y sus padres, prometió ante medio centenar de representantes de gobiernos invitados -entre ellos los presidentes de Georgia, Estonia, Letonia, Lituania y Hungría, así como ministros y responsables de la Comisión Europea y de la OTAN-, seguir por la vía europea.
Kiev no había invitado a ningún representante de Rusia, con quien mantiene una relación tensa.
La mayor ovación durante su discurso de investidura la recibió cuando proclamó que su prioridad «número uno» será poner fin de la guerra entre el Ejército ucraniano y las milicias prorrusas apoyadas por Moscú en el este del país.
«Estoy dispuesto a dejar todo para que nuestros héroes no sigan muriendo. No tengo miedo a tomar decisiones complejas. Estoy dispuesto a perder mi popularidad y, si es necesario, mi cargo con tal de que se establezca la paz», señaló.
Zelenski alternó en este punto entre el idioma ruso y el ucraniano, e insistió en que estaba dispuesto al diálogo, pero que cualquier negociación tendría que pasar por la recuperación de los «territorios perdidos» y el retorno «de todos los prisioneros de guerra ucranianos».
El nuevo jefe de Estado de Ucrania subrayó que la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014, y la región de Donbás, escenario de un conflicto armado que estalló ese mismo año y se ha cobrado más de 10.000 muertos, son territorio ucraniano.
Para poder tomar decisiones complejas en los próximos cinco años y sacar a Ucrania de la crisis económica, Zelenski necesitará apoyos en el Parlamento, que designa al primer ministro, donde su partido El Servidor del Pueblo -el mismo nombre que la serie de televisión que le hizo famoso- aún no tiene representación.
Con este argumento anunció solemnemente: «Disuelvo la octava legislatura de la Rada Suprema», aunque no anunció la fecha de las elecciones anticipadas.
Los comicios parlamentarios estaban previstos para el 27 de octubre.
Zelenski pidió a los diputados adoptar antes de la disolución del Parlamento una serie de leyes urgentes y destituir a varios altos cargos, para lo cual dio un plazo de dos meses.
Su llamamiento no cayó en saco roto: minutos después de su discurso, el ministro de Defensa, Stepan Poltorak, y el director del Servicio de Seguridad (SBU), Vasili Gritsak, anunciaron su dimisión.
Grupo La Provincia