Brasil empuja notoriamente el incremento del padecimiento en un continente en que cada año se registran unos 100.000 casos nuevos
La lucha contra el VIH en América Latina ha dado marcha atrás. La tasa de contagio del virus en la región ha crecido un 7% entre 2010 y 2018, según el último informe del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida. El documento, presentado este martes, señala una ralentización de la disminución de los casos a nivel global, algo que la ONU ha calificado como «preocupante». Los datos señalan que alrededor de 100.000 personas contraen el virus cada año en el continente americano, donde Brasil se ha consolidado como columna vertebral del incremento al aportar más de la mitad de los casos. El aumento implica un varopalo para una región que entre 2005 y 2013 había registrado un descenso del 3%. Las cifras más recientes han situado ahora a América Latina entre las zonas a vigilar en los próximos años.
Además de Europa del este y Asia central, América Latina ha aparecido como una de las regiones del mundo con los peores datos en la lucha contra el VIH, según el reporte global de Naciones Unidas. Brasil, el país más poblado, ha sufrido un 21% de incremento y ha arrastrado al continente a los números rojos. No es, sin embargo, el que más ha empeorado. Entre 2010 y 2018, la tasa de nuevos contagios anuales ha crecido un 34% en Chile, un 22% en Bolivia y un 21% en Costa Rica. También han aumentado las infecciones en Uruguay, Honduras, Guatemala y Argentina, pero en rangos menores al 10%. Mientras que en México la tasa se ha mantenido estable.
Estos datos notablemente negativos, en un continente donde el último año se registraron unas 35.000 a causa del sida, han sido compensados por los números de otros países que reportaron buenas cifras. El Salvador, con los mejores resultados de la región, ha logrado durante los últimos ocho años una reducción de casi la mitad de los casos nuevos. Colombia, Ecuador y Paraguay han seguido el mismo camino al mostrar avances significativos con reducciones del 22, 12 y el 11%, respectivamente.
En el mundo hay actualmente unas 37,9 millones de personas infectadas, de las cuales 1,9 millones reside en América Latina. Solo dos tercios de ellas tienen acceso a antirretrovirales, según el informe. La ONU estima que durante el año pasado unos 1,7 millones contrajeron el virus y unos 770.000 pacientes murieron por enfermedades relacionadas con el sida. El documento hace hincapié en la necesidad de poner atención en comunidades como la de hombres homosexuales, que han sufrido un aumento en la tasa de contagio en la región del 40%, o mujeres transexuales, que han marcado un incremento tanto en el Caribe como en América Latina del 4%.
Aunque las cifras globales continúan descendiendo desde 2010, la ONU ha alertado que «se progresa, pero cada año menos» y ha mantener el foco en la lucha contra el virus. La desaceleración pone en riesgo, según apunta el informe, los objetivos marcados para 2020, que proponen que la mayoría de las personas que viven con VIH conozcan su estado, que la gran parte de los diagnosticados reciban terapia antirretroviral de manera continuada y que de ellos, la mayor cantidad tenga supresión viral. Sin embargo, Naciones Unidas ha alertado que a este ritmo, esas metas no se alcanzarían.