Las Leliq se convirtieron en 2018 en la nueva vedette financiera. El Banco Central las utiliza para «secar la plaza».
Las letras de Liquidez (Leliq) se convirtieron en 2018 en la nueva vedette financiera. Nacieron en agosto pasado bajo la gestión del extitular del Banco Central, Luis Caputo, pero ahora renacieron como un instrumento para «secar» la plaza de pesos. Pagan por estos días una tasa cercana al 60%.
Las Leliq se colocan a siete días, ofreciéndose diariamente, diferenciándose de las Lebac, cuya colocación se realizaba una sola vez al mes. Por lo pronto, este instrumento sólo puede estar en manos de bancos y entidades financieras, por lo no que es una opción para la compra minorista.
Con el desembarco de Guido Sandleris en el BCRA se puso en marcha un nuevo esquema de política monetaria en el que las Leliq se convirtieron en el instrumento clave para enfriar la cotización del dólar.
Vale destacar que la tasa de interés de la Leliq es fijada por el mercado y que el Central solo interviene definiendo las cantidades. En ese contexto, el Comité de Política Monetaria de la entidad (COPOM) determinará cuántas Leliq se colocarán por día. Lo seguro es que hasta que no se perciba que la inflación comienza a descender, la tasa mínima de Leliq será alta, pese a que el Banco Central viene disminuyéndola lentamente.
Sandleris detalló que la tasa de estas letras deberá ajustarse para que el BCRA pueda cumplir el objetivo de «crecimiento cero» de la base monetaria.
«La meta será implementada mediante operaciones diarias de Leliq. Al establecerse la cantidad de dinero de forma exógena, la tasa de interés será determinada por la oferta y demanda de liquidez, y será la necesaria para cumplir con el compromiso de crecimiento nulo de la base», explicó.