Una investigación científica llevada a cabo en Rusia ha mostrado que algunos tipos de tumores malignos en los pulmones pueden destruirse usando análogos de moléculas de proteínas producidas por células nerviosas.
Las células tumorales logran a menudo crecer y permanecer invisibles para el sistema inmunitario debido a que crean a su alrededor un ambiente desfavorable. Dentro de ese ambiente, otros cuerpos, incluidos los encargados de luchar contra el cáncer, solo pueden vivir muy brevemente.
Además, estas células malignas son capaces de ignorar las moléculas que desencadenan las reacciones de autodestrucción celular o usarlas como señales de crecimiento. Se defienden también produciendo sustancias que no son características de los tejidos normales, sustancias que repelen los cuerpos inmunes o hacen que un tumor sea invisible para ellos.
Por esta razón, los científicos del Instituto de Física y Tecnología de Moscú y del Instituto de Química Bioorgánica de la Academia de Ciencias de Rusia han llevado a cabo una investigación con el objetivo de encontrar mecanismos similares a los que protegen el cáncer o promueven su crecimiento para usarlos en el combate frente a los tumores.
«Recientemente, nuestros colegas descubrieron la proteína Lynx1 en los tejidos pulmonares, cuya producción disminuye con el desarrollo del cáncer. El aumento artificial de su producción mediante la edición del genoma ha inhibido el crecimiento de las células tumorales. Nuestra hipótesis es que este efecto se puede lograr utilizando un análogo soluble en agua de la proteína Lynx1«, detalló Ekaterina Liukmanova, una de las científicas involucradas en la investigación.
Lynx1 es una de las moléculas de señalización intercambiadas entre las células nerviosas de nuestro cerebro. Se une a los llamados receptores nicotínicos y los activa, cambiando el comportamiento de las neuronas o células relacionadas con ellas.
Recientemente, los científicos descubrieron que receptores similares, que responden a las moléculas Lynx1, también están presentes en células de los pulmones y de los riñones de los humanos. Así surgió la hipótesis de que esta proteína puede regular el crecimiento de los tejidos e influir en el desarrollo de diversas formas de cáncer asociadas con la nicotina.
Los científicos, entonces, monitorizaron los cultivos de células tumorales de la piel, de los pulmones y de los riñones para descubrir si producen moléculas Lynx1 y cómo reaccionan ante su aparición en un medio nutriente. Se descubrió que esta sustancia actúa básicamente contra la nicotina y las moléculas similares a ella: en vez de estimular el crecimiento del tejido tumoral, lo suprime.
Esto llevó a los biólogos moleculares rusos a suponer que un análogo sintético de esta proteína puede usarse para combatir el cáncer. Para probar la hipótesis, trataron un cultivo de células pulmonares «rebeldes» con cantidades relativamente pequeñas de Lynx1. Durante los siguientes tres días, el tamaño de la colonia de células malignas disminuyó notablemente, lo que confirmó su suposición. Además, los experimentos posteriores mostraron que esta proteína bloquea la acción de la nicotina, impidiéndole estimular el crecimiento del cáncer.
Los biólogos rusos siguen investigando el funcionamiento exacto del mecanismo de acción de Lynx1. Sin embargo, creen que esta proteína activa una gran cantidad de cadenas de genes que bloquean el proceso de división celular y desencadenan la apoptosis, es decir, la muerte celular programada.
Los científicos esperan que los nuevos experimentos con Lynx1 y la creación de versiones más simples y seguras de esta molécula puedan ayudar a crear un medicamento capaz de proteger a los fumadores del desarrollo de cáncer de pulmón y de destruir otros tipos de tumores asociados a la nicotina, así lo destaca el medio ruso Sputnik.