Un estudio científico basado en el análisis genético reveló que la mayoría de los pobladores de la región patagónica tiene ascendencia nativa americana. La investigación de la que participó la Universidad Nacional de Río Negro fue publicada en la revista científica estadounidense PLOS ONE.
Si bien estudios previos analizaron la estructura genética de las regiones norte y centro del país, este informe es el primer trabajo que analiza el origen de los pobladores de la Patagonia.
“Lo que demuestra el estudio que arrancó en el 2014 es que en determinados lugares, como Bariloche, la mezcla, las relaciones entre pueblos originarios y europeos fue mucho más común de lo que la gente piensa”, detalló José Luis Lanata, director del Instituto de Investigaciones en Diversidad Cultural y Procesos de Cambio, que participó del estudio.
Lanata, docente investigador de la Universidad Nacional de Río Negro y del Conicet, explicó que “se analizaron marcadores de herencia materna (ADN mitocondrial) y de herencia paterna (cromosoma) demostrando que el componente nativo se encuentra altamente conservado, principalmente en localidades como Esquel y Comodoro Rivadavia, donde la contribución materna nativo americana alcanza hasta un 78% de la población”.
Estas dos localidades registran la mayor cantidad de ancestría de pueblos originarios (52%); mientras que Puerto Madryn fue la ciudad patagónica con mayor contribución europea (75%). Casos intermedios como Bariloche y Trelew registran aportes nativo americanos en un 39,5% y 33% (y de europeos en un 59% y 65%).
De acuerdo al estudio, la alta frecuencia de ancestría nativa americana registrada en Patagonia podría estar vinculada con la incorporación tardía de la región al estado nacional en 1884 como así también al alto flujo migratorio que la región patagónica recibió de otras provincias y de países limítrofes, como Chile.
El equipo de investigación, liderado por María Laura Parolin, del Instituto de Diversidad y Evolución Austral de Puerto Madryn, estuvo conformado por antropólogos, genetistas y biólogos de Argentina, Portugal y Brasil, así lo informó Rio Negro.
“Este estudio pretende entender cómo se van formando las estructuras poblacionales en distintos lugares, estudiar el dinamismo de las poblaciones.Uno piensa que es algo constante y no lo es. Se van mezclando de distintas maneras. No todo xenotipo está representado en el genotipo”, argumentó Lanata.
Uso de la información
“Conocer la historia local, el origen de los habitantes y sus ancestros permite la correcta interpretación y contextualización de la información genética en diferentes tipos de estudios como ser antropológicos, médicos y forenses”, indicaron desde el equipo de investigación. Lanata señaló que “hay determinadas enfermedades que tienen determinadas propensiones genéticas. De esta forma, se puede entender un poco más lo que está sucediendo y con eso, estructurar las unidades sanitarias no solo de los hospitales grandes sino pequeñas unidades”.
La tendencia es el desarrollo de la medicina personalizada para conocer el riesgo genético de cada individuo de expresar ciertas enfermedades y recibir el tratamiento preventivo. “Si bien en Argentina, la medicina personalizada se encuentra en fase de desarrollo, poder conocer la composición genética de una región permite visibilizar necesidades de una medicina más regional”.
Cómo se hizo el estudio
– Se analizaron 46 marcadores genéticos en 433 personas de Bariloche, Esquel, Puerto Madryn, Trelew y Comodoro Rivadavia.
– La información genética se comparó con la información genealógica que cada participante aportó completando un extenso cuestionario y con la información histórica de cada localidad.
– Una vez que dieron su consentimiento, completaron una encuesta en la que contaban su historia, vinculada a sus padres, abuelos y bisabuelos.