La Amazonia no es el lugar donde más incendios se concentran actualmente en el planeta. Unas recientes imágenes difundidas por la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio estadounidense (NASA) revelan que en la franja central del continente africano, conocida como ‘el segundo pulmón verde’ de la Tierra, el territorio está afectado por una mayor densidad de incendios.
El mapa muestra en rojo incandescente los focos activos en el corazón del continente africano, desde Gabón hasta Angola, desde la costa del Atlántico hasta el Océano Índico, incluyendo la isla de Madagascar, que aparece afectada en la práctica totalidad de superficie.
Por su parte, el portal Global Forest Watch Fires arroja cifras que confirman la superioridad numérica de los incendios registrados en el continente africano. Entre el 20 y el 27 de agosto, el número de alertas de incendios registrado solamente en Angola –más de 130.000– supera a la suma de los contabilizados en Brasil, Bolivia y Paraguay, que no llegan a 126.000.
Además, otros países africanos como Zambia o la República Democrática del Congo presentan también cifras altas en esas mismas fechas, por encima de las 60.000 alertas por fuego.
Incendios estacionales vinculados a la agricultura
El Gobierno de Angola emitió por su parte un comunicado en el que pedía prudencia a la hora de comparar los incendios registrados en las diferentes latitudes continentales, porque es probable que sus causas sean diferentes.
Los incendios provocados en la zona señalada de África suelen tener carácter estacional, y se considera que en su mayoría están relacionados con una técnica agrícola denominada ‘desbroce y quema’, consistente en cortar parte de la vegetación y prender fuego al resto para limpiar la tierra y plantar nuevas semillas.
Los ecologistas cuestionan en cualquier caso la idoneidad de esta técnica, y advierten que puede favorecer la deforestación, la erosión de la tierra y la pérdida de la biodiversidad.
Mientras tanto, los agricultores y granjeros locales que recurren a ella defienden su práctica argumentando que es el método más barato para limpiar la tierra y eliminar a los parásitos, y destacan que las cenizas actúan posteriormente como nutrientes en las siguientes plantaciones. Además, se estima que, como cada año, estos incendios desaparezcan con la llegada de las lluvias.
Preocupación en el G7
El presidente francés, Emmanuel Macron, se refirió a los incendios en el Amazonas como una «crisis internacional» y anunció que el G7 destinaría 20 millones de euros a combatirlos.
Poco después, cuando varios usuarios de la red social le reprocharon que ignorase el fuego en el África subsahariana, anunció a través de su perfil oficial de Twitter que existía «la posibilidad de lanzar una iniciativa similar» para los incendios generados en este área, así lo reseña RT.