El dólar estadounidense podría estar llegando al final de su ciclo de fortaleza, dando paso a un nuevo orden en el mercado cambiario global para 2026.
Según el último informe del medio Ámbito, analistas proyectan un escenario donde el euro se sostendrá y las divisas asiáticas, como la rupia india, ganarán protagonismo, marcando un cambio de tendencia tras un 2025 volátil.
Este nuevo panorama, impulsado por un esperado recorte de tasas de la Reserva Federal y un cambio de enfoque de los inversores hacia los fundamentos económicos, plantea un contexto diferente para las economías emergentes y los mercados globales.
El ocaso del dólar: de la volatilidad a un escenario estructural
Los estrategas de ING explican que el mercado ha estado dominado por una «volatilidad por eventos» durante 2025, incluyendo la ofensiva arancelaria del presidente Donald Trump y las tensiones con China. Sin embargo, para 2026, las fuerzas del mercado cambiarán hacia factores más estructurales.
Se anticipa que la Reserva Federal complete su ciclo de recortes de tasas, llevando la tasa de referencia cerca del 3.25% para marzo de 2026. Con este escenario ya descontado, el margen para un nuevo fortalecimiento del dólar sería limitado. Además, la reducción de tasas incentivaría a los grandes inversores a cubrir sus activos en dólares, ejerciendo una presión adicional a la baja sobre la divisa.
Los ganadores del nuevo escenario cambiario
En este contexto, el euro aparece como una de las grandes divisas beneficiadas. ING considera que la moneda común está bien posicionada para sostener las ganancias, respaldada por un crecimiento proyectado para la eurozona de entre 1.7% y 1.8% en la segunda mitad de 2026. El principal riesgo para el euro sigue siendo la incertidumbre política en Francia, aunque por ahora no sería suficiente para revertir su tendencia favorable.
Por otro lado, se espera un mayor protagonismo de las divisas asiáticas. El banco proyecta un escenario de estabilidad para el yuan, y destaca el potencial de la rupia india para una recuperación significativa, siempre que se alivien las tensiones comerciales con Estados Unidos.
Un panorama mixto para otras divisas
El informe de ING también visualiza con buenos ojos el desempeño de la corona sueca y del dólar australiano. No obstante, el panorama es menos alentador para la libra esterlina, que se mantendría «vulnerable» debido a perspectivas de crecimiento moderadas y a la posible reaparición de tensiones fiscales en el Reino Unido. El dólar canadiense, por su parte, se perfila como una de las divisas más frágiles del próximo año.
Este cambio en la dinámica global del dólar podría tener implicancias significativas para la economía argentina, que actualmente debate su futuro cambiario en un contexto de alta volatilidad.




