Surge de una encuesta a 13 mil alumnos. Tiene empleo el 51,7%. Y entre ellos, el 73,1% afirma que trabaja por una “necesidad económica”.
La rutina diaria de Santiago Cassain (23) hoy se divide en dos partes. Por las mañanas, entre las 8 y las 13, trabaja en la empresa de biotecnología Biosidus. Come algo rápido y sale para Ciudad Universitaria, donde está completando la tesis para recibirse de licenciado en Biotecnología por la UADE. Allí se queda hasta las 18. Cuenta que empezó a trabajar y estudiar al mismo tiempo en tercer año de la carrera, en otra empresa. Y que “no siente” que el trabajo haya pesado sobre su carrera, sino que lo ayudó a organizarse para poder aprovechar mejor el tiempo.
Santiago está entre el 51,7% de los jóvenes universitarios argentinos que estudian y trabajan al mismo tiempo y -entre ellos- en el selecto grupo del 36,7% que consiguió un puesto de trabajo vinculado a su carrera. Al resto les cuesta conseguir ocupación, y más aún en algo afín a lo que estudiaron.
Este sábado es el Día del Estudiante y una buena forma de conmemorarlo es observar la relación que tienen con el mundo laboral, y más precisamente con el empleo de calidad, ese objetivo tan deseado pero difícil de lograr para los jóvenes argentinos, según se desprende de los últimos informes sobre empleo que publica el Indec.
Una investigación realizada por el portal de empleos Bumeran a más de 13 mil personas muestra que seis de cada diez jóvenes universitarios en el país no trabajan de lo que estudian, y la mayoría de los que estudian y trabajan (el 73,1%) lo hace por necesidad económica. El 24,3%, por su parte, lo hace para “aprender y sumar experiencia”.
Uno que sí. Santiago Cassain trabaja en una empresa de biotecnología.
“Hoy, nuestros estudiantes necesitan trabajar y buscan empleo en cualquier lado. Ante la oferta de trabajo se enganchan en lo que pueden. La prioridad de ellos es terminar la carrera y después eligen más en qué trabajan”, dijo a Clarín Daniel Martínez, rector de la Universidad Nacional de La Matanza. En esa universidad del Conurbano bonaerense, el 80% de los estudiantes trabajan.
Con respecto a los que trabajan en lo que estudian, Martínez afirma que en cada carrera de la universidad es distinto. “En algunas, trabajar y estudiar puede ser positivo, porque el trabajo agrega a la formación. Pero en otras carreras más demandadas, como las ingenierías, es muy común que los estudiantes consigan buenos puestos de trabajo y abandonen los estudios. Y eso, a largo plazo, termina siendo negativo para el estudiante”. En la encuesta de Bumeran, el 58,4% admitió que se retrasó en su carrera luego de empezar a trabajar.
En la universidad UADE, que tiene 28 mil estudiantes, el 60% trabaja, y en el turno noche la cifra sube al 83%. Diego Dalman, de Relaciones con Empresas, dice que las carreras más demandadas son las tecnológicas, administración, contabilidad y turismo.
La Universidad Austral, en tanto, tiene 4.000 alumnos. María Manson, del departamento de graduados y desarrollo profesional, dice que la mayoría empieza a trabajar en el último año, y los más pedidos son los de ingeniería industrial e informática, abogacía y la licenciatura de enfermería.
Para Javier Lindenboim, economista de la UBA y director del Centro de Estudios sobre Población, Empleo y Desarrollo (Ceped), “en los últimos 4 años el mercado de trabajo se deterioró. Hay más puestos de trabajo pero la composición es deficitaria: se produjo más empleo salarial desprotegido y empleo no asalariado y menos puestos de trabajo protegido. Visto de otro modo, hubo creación neta de trabajo pero de calidad deficitaria”. Y esto afecta más a los jóvenes.
“Las estadísticas de empleo que se difundieron esta semana, que son del segundo trimestre del año, muestran que aumentó el porcentaje de desempleo con respecto al año pasado pero también la tasa de empleo. Hoy en la Argentina hay más gente que quiere entrar al mercado de trabajo pero no hay lugar para todos”, afirma.
¿Por qué el 21 de septiembre?
Hoy se festeja el Día del Estudiante en la Argentina y varios países de la región. La razón de la fecha es que el 21 de septiembre de 1888 llegaron a Buenos Aires los restos repatriados de Sarmiento desde el Paraguay, informó La Nación.