El extraño pez mordió el anzuelo de Lundahl cuando el pescador buscaba fletán (una especie del Atlántico que puede habitar a los 2.000 metros de profundidad) en la costa de la isla noruega de Andoya. El animal que pescó, sin embargo, no era un fletán, sino un extraño pez de cabeza protuberante con enormes ojos, cuerpo pequeño y una cola puntiaguda.
«Me llevó unos 30 minutos sacarlo del agua porque estaba 800 metros de profundidad», dijo el joven en una entrevista. «Fue bastante sorprendente. Nunca había visto algo así antes. Simplemente se veía raro, un poco como un dinosaurio», describió.
Uno de sus acompañantes pudo identificar al pez. Se trata de una quimera, una especie emparentada con los tiburones y que toma su nombre del animal mitológico griego de larga cola. Su cola también le ha valido en inglés el sobrenombre de ‘ratfish’ (pez rata), por recordar a la de estos roedores. Vive en las profundidades y rara vez es atrapado.
Desafortunadamente el pez no resistió el cambio de presión, y para no desperdiciarlo el joven se lo llevo a casa y lo cocinó. «A pesar de su aspecto feo, era realmente sabroso», así lo reseña RT.