Se trata de un agente del Centro de Monitoreo Urbano, y un ex policía de la provincia de Neuquén. Además investigan a 34 efectivos que utilizaron el recurso para justificar sus inasistencias.
Dos agentes de la policía de Neuquén fueron denunciados por la elaboración de 97 certificados médicos “truchos”, según se desprende de una investigación conjunta de la Fiscalía y esa fuerza de seguridad.
Además otros 34 efectivos están siendo investigados por la presentación de este tipo de certificaciones, con el objetivo de justificar su ausencia al servicio. De comprobarse la maniobra podrían ser acusados por defraudación al Estado provincial.
De acuerdo a la información publicada en el Diario de Río Negro, la maniobra se detectó el 14 de agosto en la Dirección Personal, el organismo que funciona como el área de Recursos Humanos. Allí se elaboran las carpetas donde se archivan todas las constancias médicas de la totalidad del personal policial, explicó Rodolfo Arias, director de Asuntos Internos.
Durante un chequeo rutinario, el personal de la Oficina de Carpetas Médicas observó a simple vista que algo andaba mal en el tipo de letra y los diagnósticos que figuraban en los certificados firmados por tres médicos. Arias detalló que se especificaban sólo síntomas y no diagnósticos, como certifican los profesionales de la salud.
Allí fue que se inició un expediente administrativo. En esa instancia preliminar, consultaron a los tres médicos que figuraban en los recetarios con sello y firma. Los especialistas afirmaron que ellos no emitieron los certificados, y que existían incongruencias entre los pacientes y el lugar donde fueron atendidos.
El jefe del Departamento de Personal de Policía, realizó la denuncia en el Ministerio Público Fiscal. En la causa, a cargo del fiscal Marcelo Jara, se dispuso que en la investigación trabaje el departamento de Delitos Económicos de la Policía. Jara ordenó que se realice la pericia caligráfica de los certificados. El resultado arrojó que de los 99 documentos que se analizaron, 97 son apócrifos.
La prueba caligráfica también determinó quiénes fueron los autores que elaboraron las certificaciones irregulares. El tipo de letra de los certificados truchos coincide con la forma de escritura de una agente mujer que cumple tareas en la fuerza desde hace dos años. También el de un ex trabajador de la fuerza que pidió la baja voluntaria y pasó a planta política en otro organismo público.
De los 97 certificados truchos que se peritaron, se le atribuye 88 a la mujer, y los 9 restantes al hombre que ya no es empleado policial. Los dos acusados trabajaban en el Centro de Monitoreo Urbano.
Como primera medida, la uniformada acusada pasó a disponibilidad. En un allanamiento que se realizó en su domicilio, se secuestraron elementos relacionados a la causa.