Las punciones para la producción retrocedieron casi un 25% en septiembre. El impacto del congelamiento del crudo y el control de divisas son las principales causas. YPF concentró la actividad.
Según publica el diario Río Negro, el efecto del cambio en las reglas del juego en el sector hidrocarburífero, en especial el congelamiento del precio del crudo y el control sobre el giro de divisas, repercutió con fuerza en la cantidad de etapas de fractura que se realizaron en Vaca Muerta durante el mes pasado. La caída en la actividad fue de casi un 25% y reflejó una desaceleración en los desarrollos de Vaca Muerta.
Desde hace un par de años la actividad en la formación no convencional dejó de ser medida en los tradicionales términos de la cantidad de equipos de perforación o de pozos completados, dado que por las particularidades de la producción en Vaca Muerta, la cantidad de las etapas de fracturas realizadas por mes es el mejor termómetro sobre cómo evoluciona la actividad.
Pero en septiembre el termómetro marcó un notable freno en el ritmo de las punciones que cayeron un 24,85% en comparación con el mes anterior, pasando de las 676 que se alcanzaron en agosto a solo 508 en septiembre.
De acuerdo a los registros que lleva adelante la firma NCS Multistage esta caída marcada en septiembre implica además un retroceso sobre el nivel alcanzado en el mismo mes del año anterior, cuando habían sido 513 las punciones realizadas hacia la roca madre, marcando el primer revés en la comparación interanual en lo que va del año.
Luego de que en febrero pasado se alcanzara el récord histórico de etapas de fracturas realizadas en un mes, con 712 punciones en 28 días, el balance de septiembre dejó en evidencia la parálisis que se desató sobre Vaca Muerta luego de las elecciones primarias PASO y las medidas que posteriormente aplicó el gobierno nacional sobre el sector.
Precisamente en agosto se emitió primero el DNU 566/19 que congeló el precio del barril de petróleo y que si bien luego fue parcialmente modificado mantiene al día de hoy una diferencia de unos de 15 dólares con respecto a la cotización internacional.
Pero la medida que más incomodó a la industria hidrocarburífera se dio pocos días después del DNU firmado por Mauricio Macri, y consistió en el control del flujo de divisas que pone en riesgo el giro de fondos y ganancias de las empresas extranjeras que invierten en la formación no convencional.
Desde una de las principales operadoras de la formación se graficó lo ocurrido en agosto al indicar que “en menos de 15 días el gobierno nos dio dos baldazos de agua fría”.
La actividad en ese mismo mes de agosto no decayó por lo que en la industria calificaron como la “inercia” de los contratos. Es decir que las perforaciones y fracturas que estaban en marcha continuaron hasta ser terminadas.
Pero no sucedió lo mismo en septiembre y el reflejo del freno de mano que pusieron muchas de las firmas con presencia en Vaca Muerta es por un lado esta caída de casi el 25% en la actividad, pero además se evidenció otro fenómeno también llamativo.