“Julian puede morir en la cárcel tras de una persecución de 9 años por revelar la verdad de los crímenes de guerra (de EE.UU.)”, manifestó Shipton a periodistas en Londres.
Dijo que esta es la “amarga verdad” después de conocer el testimonio de un relator de Naciones Unidas (ONU) que visitó hace días a Assange en la prisión de Belmarsh, al sureste de Londres, donde se encuentra desde abril pasado, y quien dijo que la vida del activista corre peligro.
El relator especial de la ONU sobre tortura, Nils Melzer, afirmó que Assange padece una “situación inhumana” en Belmarsh, donde espera que la justicia británica decida si procede o no una solicitud de extradición hecha por Estados Unidos, para que responda al presunto delito de conspiración, entre otros cargos.
El lunes 21 de octubre, Assange compareció en una audiencia en la corte de Londres, y parecía confundido, pues le costó recordar su nombre y edad, según un relato de la agencia Reuters.
De acuerdo con ese testimonio, el juez le preguntó al final de la audiencia al activista si tenía conocimiento de lo que ocurría y respondió: “no exactamente”.