El Fondo Monetario Internacional (FMI ) nombró como nuevo jefe de misión para la Argentina a Luis Cubeddu, un economista venezolano que trabajó como representante del organismo en Buenos Aires luego del colapso económico de fines de 2001, durante la presidencia de Eduardo Duhalde y los primeros años del gobierno de Néstor Kirchner.
Fuentes al tanto de la decisión anticiparon el cambio a LA NACION, y dijeron que la designación de Cubeddu, quien reemplazará al italiano Roberto Cardarelli, se da «en línea con la rutina de rotación del FMI del staff senior«. Cubeddu, que ya asumió el cargo, trabajará durante las próximas semanas junto a Cardarelli para garantizar una transición ordenada.
La salida de Cardarelli, quien continuará en el Fondo, llega justo en la antesala del cambio de gobierno en la Argentina, y de otra inminente negociación entre el staffdel FMI y el futuro equipo económico de Alberto Fernández para decidir el futuro del programa argentino por US$ 57.000 millones, que quedó en el limbo tras las elecciones primarias de agosto último.
Las fuentes descartaron que el cambio de funcionarios al frente del caso argentino esté vinculado a las complicaciones y los resultados que cosechó el programa del FMI hasta ahora, al remarcar que se trata de una rotación natural en el staff. Un jefe de misión suele ocupar su cargo por tres años, indicaron, y Cardarelli llevaba cinco abocado a la Argentina, desde septiembre de 2014. Bajo ese esquema, el cambio debería haber ocurrido a fines de 2017, pero en ese entonces la Argentina asumió la presidencia del G-20, y la cúpula del Fondo, bajo el mando de Christine Lagarde, decidió estirar el reemplazo. Luego llegó la corrida cambiaria de abril de 2018, la crisis y el nuevo rescate del organismo, que alteró otra vez los tiempos.
«Este cambio se vino considerando desde hacia tiempo, y hacía falta encontrar un momento oportuno», indicaron las fuentes.
Ahora, en medio del impasse que atraviesa el programa por la transición política en la Argentina, y bajo la nueva conducción de Kristalina Georgieva en el Fondo y a semanas de abrir nuevas negociaciones, en el Fondo consideraron que había llegado el momento para el cambio de nombres. El director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, seguirá al frente del área, y del monitoreo global del programa argentino y el resto de las economías de la región.
Cubeddu, de 53 años, tiene un vínculo estrecho con el país: su mujer es argentina, y vivió en Buenos Aires entre 2002 y 2004, entre los gobiernos de Duhalde y Néstor Kirchner, cuando fue representante del Fondo en el país, un cargo que ahora ocupa el jamaiquino Trevor Alleyne.
El economista venezolano es un veterano del FMI: lleva 23 años en el organismo, una larga trayectoria durante el cual ocupó cargos en el Departamento de Estrategia, Políticas y Evaluación y el Departamento del Hemisferio Occidental, donde se enfocó en el monitoreo y análisis de economías emergentes, y trabajó en los programas del organismo con la Argentina, Grecia, Indonesia, México y Ucrania, cuya reestructuración de la deuda se ha convertido en uno de los casos de referencia para la próxima negociación de la Argentina con los bonistas.
Cubbedu se formó en Estados Unidos, donde estudió economía y matemáticas en la Universidad de Carolina del Norte, y completó su doctorado en la Universidad de Pensilvania. En los 90, Cubeddu también dictó clases en el Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA) de Venezuela, y en la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona.
Lo esperan una larga lista de desafíos. La economía argentina se encamina a su tercer año recesivo, con una inflación anual que oscila el 55%, una pobreza en alza, y un apretado frente fiscal que obligará al próximo gobierno a buscar un acuerdo rápido con los acreedores privados para aliviar los vencimientos de la deuda, y conseguir cierta holgura para intentar reactivar la economía. Georgieva le dijo a Fernández que debe tener en cuenta la «viabilidad fiscal» de su plan, y Fernández le respondió que no quiere implementar más ajustes. Ese será el punto de partida de una negociación que, se prevé, será áspera, y de la cual Cubeddu será, ahora, uno de los principales protagonistas.
«Una persona muy agradable, que no es dogmática»
Héctor Torres era representante de la Argentina ante el FMI cuando el nuevo jefe de misión residía en el país como representante del organismo. «Tengo una muy buena relación con él. Es una muy buena persona, de trato fácil, que no es dogmática y que conoce los problemas de un país en desarrollo, en el cual hay polarización política. Es una buena noticia para la Argentina», dijo a LA NACIONel exdirector ejecutivo, que además señaló que «a Roberto Cardarelli lo hicieron responsable de un programa que fracasó».
«Cardarelli es el menos responsable de todos, pero el hilo se corta por lo más fino. La Argentina cumplió con todas las metas, pero no se cumplió ningún objetivo del programa, como bajar la pobreza, la inflación o evitar el default. Particularmente no se cumplió con el objetivo más importante del Fondo, que es que el país vuelva a tener acceso al mercado de capitales. Ese objetivo no puede estar más lejos. Ahora, el FMI será flexible, ya que es consciente de que el país no está en condiciones de generar un superávit fiscal primario hasta que no crezca», informó La Nación.