El equipo de Guardiola se quedó sin arquero por la expulsión de Claudio Bravo, que había reemplazado a Ederson en el entretiempo, y el DT metió a Kyle Walker a atajar.
Insólito final en el partido entre Atalanta y el Manchester City por la Champions League. Claudio Bravo bajó fuera del área a un delantero rival que se iba solo hacia el arco y se fue expulsado del partido. El problema fue que el chileno había reemplazado a Ederson por una molestia en el entretiempo y Pep Guardiola no tenía otro arquero en el banco.
Luego de que se corroborará la acción en el VAR y se confirmase la expulsión, el entrenador del City decidió que quien ocupase el puesto en el arco fuera un defensor: Kyle Walker, que se encontraba entre los suplentes. Tras unos minutos de demora por un malentendido con la camiseta, el lateral inglés de 29 años entró para disputar el desenlace del encuentro en Italia.
El panorama pintaba complicado para el City con un jugador menos y un hombre de campo atajando pero en el desarrollo no sufrió mayores complicaciones. Un tiro libre que Walker tapó en dos tiempo y un centro pasado fueron todas las intervenciones en ataque del Atalanta, que nunca pudo hacerse con la pelota y generar peligro.
Finalmente, los dirigidos por Guardiola se mostraron firmes en defensa y se llevaron un punto de su visita a Bérgamo. Con una victoria ante el Shakhtar como local en la próxima fecha, se asegurarían un lugar en los octavos de final. Por su parte, el equipo del Papu necesita ganar los dos restantes para seguir con chances, informó Clarín.