«No quisiera los próximos dos o cuatro años vivir de la política. Quiero volver a trabajar», dijo hoy la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, en una conversación mano a mano con el secretario general de Redacción de LA NACION, José Del Rio. De esta manera la funcionaria dio pistas de cómo seguirá su carrera luego del 10 de diciembre, día en que deberá entregarle el mando a su sucesor, Axel Kicillof.
En una charla que fue el cierre de la quinta edición del evento «Mujeres líderes», organizado por LA NACION y realizado hoy en el auditorio del hotel Four Seasons, la gobernadora dijo que no tiene intenciones de alejarse definitivamente de la política, pero sí de tomarse un descanso. «Estamos planificando unas vacaciones largas con mis hijos y a partir de marzo estoy buscando trabajando», sostuvo Vidal, y bromeó: «Para todas las head huntersque hay acá, se aceptan ofertas». Luego, seria, agregó: «Yo necesito trabajar, vivo de mi sueldo».
«Viene un tiempo lindo para todos los que somos parte de mi familia de repararnos, de estar más juntos y de disfrutar de cosas que en estos cuatro años no pudimos», dijo, y contó que pasó los últimos fines de semana «embalando cajas» para dejar la casa en la que vive, en la base militar de Morón. De la relación con su familia, también dijo, con tono de broma: «Enfrentar a mis hijos a veces es más difícil que enfrentar a los barones del conurbano». Pero aseguró que siempre la acompañaron, en las buenas y en las malas, sobre todo luego de las últimas elecciones: «Esto es un trabajo, con triunfos y derrotas. Hay que desdramatizar».
Cuando decida retomar su carrera en el ámbito público, anticipó que quisiera hacerlo en la provincia de Buenos Aires. «Mi corazón está ahí y yo tomé un compromiso con los bonaerenses de no dejarlos solos. Y ese compromiso se tiene que cumplir. Después en qué cargos, de qué manera, se va a ir definiendo. No tengo ansiedad ni apuro; hoy me importa más la consolidación de Cambiemos en esta etapa que las candidaturas», agregó.
Vidal dijo que está atravesando esta etapa previa al traspaso «con muchas emociones». «Por un lado hay despedidas todo el tiempo que generan tristeza; por otro lado, lo vivo con mucha tranquilidad, porque más allá de los aciertos o errores siento que hemos dejado todo lo mejor de lo que podíamos dar en estos cuatro años. No nos hemos guardado nada».
Respecto del lugar en el que queda posicionado Cambiemos, dijo que tiene «cierta expectativa». «Se abre una nueva etapa para Cambiemos y para mí, que es la de ser opositores y mostrar una oposición constructiva, que no haga ‘oposicionismo’ pero que al mismo tiempo sea firme en la defensa de sus valores», apuntó.
En el marco del evento centrado en las mujeres líderes, Del Rio le preguntó a la gobernadora cuántas veces se sintió subestimada. «No llevo la cuenta», dijo. «Aprendí a no enojarme y a que los hechos fueran acomodando todo en su lugar. Y sucede. En algunos casos me hicieron un favor, porque no me vieron venir», sostuvo. En el mismo sentido, agregó: «En 2015 un adversario me hizo un gran favor que fue bautizarme Heidi».
Por otro lado, Vidal relativizó los rumores sobre el deterioro de su relación con Mauricio Macri luego de que se decidiera no desdoblar las elecciones nacionales y la de la provincia. «Hace más de 15 años que conozco a Mauricio y trabajamos juntos. Hace cuatro años leo todos los días opiniones sobre nuestro vínculo. El último sábado estuve con él dos horas hablando en la quinta Los Abrojos», comenzó. «Nuestro vínculo personal no cambió nunca, ni en los momentos más difíciles de estos cuatro años. Nuestro vínculo político tuvo las tensiones que naturalmente tiene ocupar dos roles distintos: el de presidente y el de gobernadora, pero siempre se terminaron zanjando», aseguró.
La gobernadora consideró que la Argentina que viene necesita «un Cambiemos sólido, unido, y que represente cabalmente ese 40%» de los votos que recibió. Consultada acerca de si quiere ser presidenta, insistió en que nunca planificó su carrera política. «Hay políticos, incluso amigos, que me cuentan que desde los cinco años quieren ser presidentes. A mí no me pasa. La política me fue poniendo en distintos lugares y fui ocupando esos espacios. Soy más del paso a paso», informó La Nación.