El secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, diseña el mecanismo legal. La asesora Kellyanne Conway y un congresista de Texas, detrás de la determinación de Trump.
De concretarse el anuncio de Donald Trump de declarar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, el primer capitulo no será militar o de seguridad sino financiero: el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steve Mnuchin, estaría listo para congelar más de 150 cuentas bancarias en EEUU de personas y sociedades presuntamente ligadas al narcotráfico. El secretario de Hacienda mexicano, Arturo Herrera, ya está al tanto de esa posible primer represalia, según pudo conocer LPO.
Si los carteles son declarados entidades terroristas el Tesoro puede congelar cuentas de modo unilateral, casi sin filtro del Departamento de Justicia. Y no se tratará solo de narcos y sus familiares. La medida alcanzará a aquellos actores intermediarios que se ven favorecidos de sus negocios y que llevan adelante actividades lícitas pero con dinero negro.
El Tesoro podría tocar fibras muy delicadas porque en ese universo, ya se da por descontado, pueden aparecer allegados a figuras de la política y los negocios en México.
Según fuentes de la diplomacia mexicana en Washington DC, el avance de Trump contra los carteles tiene dos actores en principio poco rutilantes pero que son determinantes en el tema. Por un lado Kellyanne Conway, asesora de Trump y férrea defensora mediática de su gobierno y por el otro, una figura aún más periférica, el congresista de Texas Chip Roy, que es de los republicanos más aliados al presidente en ese estado.
Roy fue quien le envió una carta a Trump para pedirle declarar a los carteles organizaciones terroristas. Es un texto reservado, de carácter demoledor para el estado mexicano y que tuvo en Conway a su caja de resonancia en los pasillos de la Casa Blanca.
Para Trump es una oportunidad de reforzar el discurso anti-México antes del lanzamiento de su campaña electoral. La plataforma que hubiera conseguido si era detenido y deportado Ovidio Guzmán ahora podría venir por otro hecho de sangre y fuego, el crimen de la familia LeBaron.