El funcionario provincial sostuvo que no tiene respuestas a las demandas de los jefes comunales comarcales. Indicó que se necesita el dinero de la facturación del servicio para cubrir las inversiones mínimas y necesarias que el sector necesita, pero ante la falta de ello, no se puede dar respuestas.
Días pasados, autoridades provinciales “me pidieron que por favor atienda las demandas de los intendentes de la Comarca Andina. Por el contrario, tuve que bloquear sus números de teléfono ya que no tengo respuestas para dar y tampoco se cuenta con los recursos. Quizás pretendan que los escuche para contestar con mentiras, pero es una actitud de vida que nunca tuve”, aseveró ayer el subjefe de la Delegación de Servicios Públicos, Mauro Palma.
“Realmente me da vergüenza reconocer que la situación de Servicios Públicos en esta región es cada vez peor a medida que pasa el tiempo. Termina generando un efecto rebote con la gente y nadie toma en serio lo que se dice desde la función pública”, recalcó.
En referencia a la falta de facturación del servicio de energía (no se paga desde hace más de dos años por falencias administrativas del Estado chubutense), Palma estimó que “hay más de 100 millones de pesos en la calle, pero así se cobre, no lo podemos tocar porque va en su totalidad a una cuenta a Rawson y no vuelve. Nunca se resolvió que ese dinero quede en esta Delegación para cubrir las inversiones mínimas e indispensables que se necesitan”.
Cabe recordar que la Delegación de Servicios Públicos del Noroeste del Chubut abastece de energía a más de 9 mil clientes de las localidades de El Maitén, Cholila, Epuyén, El Hoyo, Lago Puelo y la zona sur de El Bolsón. En la región andina rionegrina hay otros 9 mil usuarios dependientes de Edersa.
“Los funcionarios políticos que han venido a la cordillera han reiterado sus buenas intenciones en cada oportunidad que han tenido. Las aplaudo, pero acá necesitamos ser más ejecutivos: cuando pedimos recursos, me hablan de proyectos a dos años que no los podemos sostener. La problemática que tenemos hoy requiere de soluciones inmediatas, no hay tiempo de espera cuando los árboles se caen arriba de una línea por el viento o nos encontramos con que no tenemos cables. Hoy no podemos dar de alta a un vecino que quiere la luz en su terreno o por falta de sistema no podemos cobrar la energía al inquilino de un local comercial que lo deja”, graficó.
Reclamos
En el caso de los reclamos domiciliarios por cortes eventuales, “por ley, se demora entre 48 y 72 horas. Antes, cuando había personal suficiente, se atendía en forma inmediata. Lo cierto es que durante los últimos 10 años hemos perdido 30 personas y no hay manera de recuperarlas, la falta de recursos humanos nos lleva a esta coyuntura; tampoco tenemos vehículos y el combustible lo recibimos a cuenta gotas”, precisó.
Agua potable
Acerca de la temporada turística exitosa que ya se comienza a vivir en la región, Mauro Palma reconoció que “nadie escuchó nuestros pedidos para arbitrar las medidas necesarias y evitar los cortes de energía. Hoy no tenemos respuestas para el sector empresario y comercial, tampoco ante cualquier eventualidad, como un incendio forestal, donde es habitual que se afecte el tendido eléctrico. Ojalá no ocurra, pero siempre estamos supeditados a que suceda”, anticipó. A ello agregó que para la prestación del servicio de agua potable en distintas localidades del noroeste del Chubut, “seguimos con la falta de recursos e insumos; tampoco tenemos vehículos y el personal necesario. En el caso de El Hoyo, no tenemos la capacidad para sostener la prestación. Por ende, estamos solicitando al ministro y al subsecretario que acuerden con el municipio local para que se haga cargo”.
Desde su óptica, “para nosotros, conseguir los recursos a nivel provincial, se termina convirtiendo en un atolladero burocrático y político insalvable, lo que deriva en expedientes que se pierden y todo queda en la nada”.
Relaciones
En otro orden, en su rol de subjefe de la Delegación, Palma reconoció que “con algunos funcionarios chubutenses no nos tratamos en buenos términos. A la hora de ventilar las verdades, consideran que soy un fastidio. Pero deben entender que como trabajadores del sistema tenemos la obligación de transmitir al vecino lo que está sucediendo, porque somos los que le vemos la cara todos los días. Que me demuestren que estoy equivocado con hechos concretos”, concluyó.