El gobierno presenta este viernes su resistido proyecto jubilatorio ante el Consejo de Ministros.
Francia vive otro “viernes negro”. La huelga contra la reforma de las jubilaciones cumple un mes y medio, y habrá manifestaciones masiva en Paris y las grandes ciudades francesas para protestar y rechazar la presentación del proyecto jubilatorio que se hará este viernes ante el Consejo de Ministros.
Es la séptima jornada de manifestación, y el país vuelve a paralizarse con paros de transportes y marchas. Se cumplen además 51 días consecutivo de huelga, el período más largo de su historia.
El secretario de las Jubilaciones, Laurent Pietrtaszewaki defenderá su proyecto ante el Consejo de Ministros en el Eliseo, ya con la propuesta de ”la edad de equilibrio” para trabajar hasta los 64 años retirada por el gobierno. Las movilizaciones comenzaron a las 11 de la mañana, hora francesa.
La intersindical llamó a una huelga masiva y de manifestación interprofesional para reclamar el retiro de la reforma jubilatoria. El viernes es un día clave para el futuro de la reforma porque, por primera vez, va a ser discutida en el Consejo de Ministros.
Los dos proyectos de ley serán transmitidos a la Asamblea Nacional. Los debates se iniciarán el 17 de febrero, y habrá un primer voto al comienzo de marzo.
La manifestación será larga e inédita. Partió a las 11 de la mañana de la plaza de la República y se espera que arriba a la plaza de la Concorde, frente a la Asamblea Nacional y la embajada de Estados Unidos, y muy cerca del Palacio del Eliseo, a las siete de la tarde.
Por lo general, se evita la plaza de la Concorde porque se encuentra demasiado cerca de todos los lugares sensibles de la capital y del gobierno.
“En la actualidad, concluir una manifestación en la plaza de la Concorde es elegir un potencial campo de batalla” dijo un funcionario del ministerio del Interior a la agencia AFP.
El prefecto de policía de Paris, Didier Lallement llamó a “la responsabilidad” para evitar todo incidente en la manifestación, justo en momentos en que la policía está acusada de usar fuerza innecesaria en la represión de las marchas.
Al menos entre 5000 y 6000 policías están desplegados en Paris. Hay controles en las entradas de la capital y habrá prohibición de circular y de manifestar en los Campos Elíseos y los sitios institucionales. Se ha pedido a los bares y restaurantes que vacíen sus terrazas para que sillas, mesas y macetas no se conviertan en proyectiles en manos de los manifestantes.
La CGT, la central obrera que exige el retiro del proyecto, ha organizado 350 marchas en todo el país. Se esperan manifestaciones en Lille, Rennes, Estrasburgo, Marsella, Bordeaux y Toulouse.
El metro parisino va a estar muy afectado a lo largo del día, pero ninguna línea será completamente cerrada. Los ómnibus serán ligeramente perturbados pero funcionará el Tramway. Según la SNCF, que controla los trenes, los TGV de alta velocidad circularán normalmente.
Las escuelas primarias estarán afectadas. El 40 por ciento de su personal se suma a la huelga. Al menos 70 de las 654 escuelas parisinasestarán cerradas.
El presidente Emmanuel Macron llegará desde Israel para estar presente en el Consejo de Ministros, donde finalmente será tratada la reforma jubilatoria. Será una etapa importante, sobre todo si se tiene en cuenta que, según un sondeo de Elabe, 6 franceses de cada 10 (61% de los consultados), consideran que Emmanuel Macron debe tener en cuenta la resistencia contra la reforma jubilatoria y retirarla.
A pesar de que los franceses están hartos de la huelga y sus consecuencias (desde tener que llegar caminando y tarde a sus trabajos y las ampollas en los pies, hasta los masivos embotellamientos de tránsito), mayoritariamente no quieren esta reforma jubilatoria, señaló Clarín.