El presidente Alberto Fernández ratificó hoy que «no hay presos políticos» en la Argentina, en medio de la interna del oficialismo por los detenidos en las causas por corrupción. Y les pidió «prudencia» a sus aliados porque esa «discusión semántica» puede afectar la imagen del país en el exterior.
«Es una discusión tan innecesaria la que estamos viviendo. Si hay alguien que cuestionó los procedimientos judiciales fui yo», afirmó en diálogo con Radio Continental. «¿Qué parte no entienden?», lanzó.
«El preso político es el que, técnicamente, está a disposición del Ejecutivo. No tengo a nadie preso sin causa», agregó. «Obviamente que me molesta que digan que tengo presos políticos porque no los tengo», resaltó.
Fernández dijo que no habló con Cristina Kirchner sobre el tema y les mandó un mensaje a los kirchneristas que salieron al cruce de las declaraciones del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. «Hay que decirles a los compañeros que no seamos tontos, que no caigamos en este debate porque quieren hacernos pelear y dividirnos. Todos saben lo que hizo la Justicia. El primero que lo sabe es Alberto Fernández», señaló.
Anteayer, el exministro Julio De Vidolanzó fuertes críticas contra Cafiero y el canciller Felipe Solá, quienes afirmaron que «no hay presos políticos», sino «detenciones arbitrarias».
La ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, exabogada de Milagro Sala, también cruzó a Cafiero. En diálogo con la radio Futurock, Gómez Alcorta señaló: «en los últimos 5, 6 o 7 años, en toda Latinoamérica hubo y sigue habiendo presos políticos».
Ayer, el gobernador bonaerense Axel Kicillof dijo que cree que en la Argentina «hay presos políticos».
Fernández recordó que visitó a Milagro Sala en la cárcel, en Jujuy, «cuando todos los que hoy ponen el grito en el cielo, callaban». «Y dije que estaba soportando una condición indebida por su condición política», indicó La Nación.