Más que nunca, y sobre todo después de la derrota en el último superclásico español, Neymar es el objetivo N° 1 de Barcelona para el próximo mercado de pases. A falta de 3 meses para la conclusión de la temporada, y a 28 meses de finalizar su contrato con el PSG, el brasileño ya no es una opción, sino un objetivo prioritario como refuerzo. Así lo afirman los medios catalanes.
El costo del fichaje causa escalofríos: 170 millones de euros. Es una cifra que condiciona la llegada de otros nuevos jugadores. Además, es sabida la mala relación que existe a nivel institucional entre Paris Saint Germain y el Barça. Sin embargo, la entidad azulgrana espera ir a la carga desde la semana que viene, frente a la expectativa de que el club francés quede eliminado tras el partido de vuelta de los octavos de la Champions League ante Borussia Dortmund, que en la ida se impuso 2 a 1 como local.
¿Qué colabora para la llegada de Neymar? La tensión existente que mantiene con el director deportivo del PSG, Leonardo. Según el diario Mundo Deportivo, el clima de tensión que se vive en el vestuario entre ambos es insostenible y provocará que el brasileño vuelva a forzar su salida del club parisino rumbo al Camp Nou, como ocurrió antes de la temporada pasada. Tampoco es buena su relación con el entrenador Thomas Tuchel, con quien se enojó por no alinearlo en un partido.
Hay más factores que facilitarían el traspaso. Más allá de la excelente relación con Lionel Messi y el uruguayo Luis Suárez (los tres conformaron la hiperefectiva delantera MSN), el delantero podría tomarse ahora de una de las cláusulas que aparece en el ‘Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores’ de la FIFA para encontrar una salida. Cumplido el denominado ‘Período Protegido’, que la FIFA en su reglamento define como «un lapso de tres temporadas completas o de tres años -lo que ocurra primero-, tras la entrada en vigor de un contrato, si el contrato se firmó antes de que el jugador profesional cumpliese 28 años […]», automáticamente el máximo organismo del fútbol mundial reconoce el derecho a poder abandonar el club a cambio de una indemnización.
Como no hubo una renovación de por medio y Neymar habrá cumplido su tercera temporada con el PSG, Neymar tendría una cláusula fijada por una fórmula que contempla la FIFA y en la que, entre otras variables, se tienen en cuenta el precio de su compra (222 millones), la amortización del fichaje y el salario bruto que le quedaría por cobrar para calcular la indemnización que debería recibir su actual club.
Pero como recuerda el diario Sport, también existe un motivo de peso para que la transferencia se enturbie: el reclamo de Neymar al Barça, por 36 millones de euros, un gesto que no es una invitación a su regreso. Además, el PSG intentó renovar el contrato con el futbolista y hasta ahora no lo ha logrado. Con todas estas variables, Barcelona está dispuesto a volver a intentar a adquirirlo (como ocurrió en el verano español anterior) y sabe que están dadas las condiciones para negociar con el PSG. Las demandas abiertas, según fuentes del club, pueden formar parte también de las negociaciones, señaló La Nación.