Las autoridades italianas aumentarán las multas a las personas que violen los requisitos de la cuarentena impuesta en un intento por frenar el brote de coronavirus en el país, donde la enfermedad dejo ya más de 6.800 muertos.
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, anunció en un discurso televisado este martes que a partir de ahora cualquier ciudadano que salga de su casa sin una buena razón podría enfrentar una multa de entre 400 y 3.000 euros (entre 430 y 3.227 dólares) frente a las anteriores sanciones de 200 euros.
En el país, donde el número de infectados por el coronavirus es de 69.176, se ordenó el cierre de todos los negocios no esenciales hasta el 3 de abril. Se ha especulado que esa fecha se retrasará, pero Conte negó haber planeado mantener el bloqueo hasta finales de julio, y dijo que esperaba aflojar las restricciones «mucho antes».
Por su parte, alcaldes y gobernantes de varias localidades de Italia han recurrido a regañar y hasta insultar a los ciudadanos que se niegan a permanecer en sus casas para evitar la propagación del coronavirus. Lo han hecho mediante alocuciones públicas en las que, sin ocultar su agotada paciencia y visiblemente enojados, llaman insistentemente a respetar y cumplir el confinamiento establecido por las autoridades.