La firma energética Medanito parece estar en un loop interminable desde el 25 de enero del año pasado, cuando consiguió una prórroga por parte de sus acreedores para pagar un crédito de u$s80 millones que recibió en 2017. En aquel momento, la fecha de pago era en febrero de ese año, pero con el correr de los meses volvió a pedirles a sus tenedores de deuda más tiempo. En realidad, lo hizo otras 11 veces. Y ahora, según comunicó ayer a la Comisión de Valores, obtuvo la 12 extensión de plazos, que vencerá el 31 de marzo de este año.
Lo mismo había sucedido a comienzos de enero pasado, cuando anunció su 11ª prórroga que vencía el 28 febrero. En aquel momento explicaba que en el compás de espera buscaría firmar un convenio de refinanciación del préstamo sindicado, cuyos términos y condiciones principales ya habían sido establecidos. Entre otras cosas, preveía la disminución de la tasa de interés, la reprogramación de las fechas de pago de capital del préstamo y la obligación de vender determinados activos. Lo cierto es que ahora abrió nuevamente una extensión, que se firmó esta semana y promete exactamente los mismos términos y condiciones que en todas las ediciones pasadas.
En este marco la firma también maniobró durante los últimos meses con los tenedores de los títulos de su ON Clase 10 por hasta u$s10 millones, para conseguir una prórroga en el pago de intereses y capital. Durante varias semanas estuvo al borde del default, pero finalmente consiguió un canje de títulos que la salvaron de esta situación aunque en la práctica esta estrategia tampoco fue demasiado exitosa, según lo detalló la calificadora de riesgo Fix que en enero pasado incluso le bajó la nota hasta D.
En su último informe de actualización la calificadora justificaba su decisión de la siguiente manera: “Medanito logró el consentimiento del 96,52% de los tenedores de la ON 10 para aplicar los fondos disponibles en la cuenta de reserva al pago de intereses por u$s492.000 y capital por u$s253.000 (restando pagar u$s19,75 millones) y otorgar una dispensa hasta el 31 de marzo de 2020 sobre la cláusula de incumplimiento de capital. Sin embargo, de acuerdo con el Suplemento de Prospecto es necesario el consentimiento del 100% de los tenedores para evitar el incumplimiento, y por lo tanto, los tenedores que no adhirieron conservan sus derechos originales”.
Tal como sucede con otras firmas de la Argentina, el talón de Aquiles de Madanito es su millonaria deuda. Según se desprende de sus balances, a septiembre del año pasado su deuda financiera ascendía a $7.061 millones (unos u$s122 millones), compuesta principalmente por el préstamo sindicado de u$s80 millones (que prorrogó el pago unas 12 veces) y las ON Clase 10 por u$s20 millones y algunos préstamos con accionistas.
Mientras tanto, esta semana la empresa también presentó su balance anual cerrado en diciembre pasado en el que incurrió en una pérdida superior al 15% de su patrimonio neto. Es decir, Medanito terminó 2019 con un rojo de $6.800 millones, el año anterior, en diciembre de 2018, había registrado pérdidas por poco más de $3.100 millones, aunque en la práctica los números de la empresa vienen muy complicados desde hace varios años porque también repitió el resultado adverso en 2017, 2016 y 2015.