Lo aseguró el ministro de salud de la provincia, Fabián Puratich, en diálogo con Radio Chubut esta mañana.
El funcionario sostuvo que la actividad está concentrada en aeropuertos, puertos y zonas de ingreso de extranjeros, en sintonía con sanidad de frontera.
Las medidas se comenzaron a implementar para evitar los casos de sarampión y se incrementaron ahora con el brote mundial de coronavirus.
En el caso de los muelles de Puerto Madryn por donde desembarcan los turistas que llegan a bordo de los cruceros, Puratich aseguró que los controles se toman antes del descenso y previamente se les hace llenar a los pasajeros una declaración jurada, además de tomarles la temperatura corporal.
En caso de detectarse algún caso directamente no se lo deja bajar, como ocurrió con un caso de meningitis que se reportó hace ya un buen tiempo.
Sobre la enfermedad que tuvo origen en China, Puratich no se mostró muy preocupado por su índice de mortalidad ya que afecta a muy poca población y el índice de riesgo se ubica entre las personas con más de 60 años con algún tipo de enfermedad crónica.
Incluso lo comparó con el brote de hanta virus que se produjo el año pasado en Epuyén, ya que sobre una población de apenas 1800 habitantes se registraron 36 casos, algunos de ellos fatales mientras en China son 80.000 casos de coronavirus sobre una población de 1.500 millones de habitantes.
A propósito del hanta virus, Puratich no dudó en calificar como «un caradura» al ex secretario de salud Adolfo Rubinstein, quien alardeó en la televisión porteña sobre lo que había hecho nación para combatir el brote.
En rigor, Fabián Puratich recordó que el gobierno nacional anterior no hizo nada frente a los casos y apareció a los 40 días de declarado el foco, para sacarse una foto.
Salvo el instituto Malbrán que fue vital para combatir el brote de hantavirus, el resto a nivel nacional «dejó mucho que desear» recordó.