El mundo tendrá que acostumbrarse al uso masivo de mascarillas, debido a que el nuevo coronavirus, que se ha cobrado ya la vida de más de 118.000 personas, no va a desaparecer fácilmente, asegura David Nabarro, enviado especial de la Organización Mundial de la Salud.
«Una forma de protección facial, estoy seguro, va a ser la norma», dijo el representante a la BBC.
En otra entrevista concedida a NBC, Nabarro se refiere al causante del covid-19 como un «virus que acechará a la humanidad durante largo tiempo», hasta que se desarrolle un remedio.
El funcionario admite que el SARS-Cov-2 no va a llegar en olas, como hace el gripe, por lo que la clave para combatirlo debe ser la capacidad de cada país de contar con «un tipo de escudo protector para poder detectar los casos en cuanto aparezcan, aislarlos e impedir la propagación de brotes». Al mismo tiempo, la OMS advierte que no todos aquellos pacientes que se recuperan del covid-19 poseen anticuerpos en su organismo que les impidan contraer de nuevo la enfermedad.
«Con respecto a la recuperación y la reinfección, creo que no tenemos una respuesta [a esa cuestión]. Eso es una incógnita», expresó este lunes el director ejecutivo de los programas de emergencia de la OMS, Mike Ryan, durante una conferencia en la sede del organismo en Ginebra, Suiza, según lo cita CNBC.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha afirmado este lunes que el covid-19 es 10 veces más mortífero que la pandemia de gripe de 2009.