Un día después de presentar un plan gradual para que cada estado pueda reabrir su economía de forma segura, el presidente Donald Trump le exigió hoy a tres gobernadores opositores «liberar» sus estados y le pidió «menos palabras y más acción» al gobernador de Nueva York y su principal detractor en esta pandemia.
«LIBEREN VIRGINIA», «LIBEREN MICHIGAN», «LIBEREN MINNESOTA», escribió Trump en tres tuits consecutivos y en el primer caso agregó: «Salven su gran Segunda Enmienda (garantiza la posesión de armas). ¡Está bajo ataque!»
Los tres estados mencionados son gobernados por líderes demócratas y, aunque están lejos del principal brote -Nueva York con casi 11.00 muertos y más de 218.000 infectados-, no poseen las menores cifras del país.
Michigan registra 1.984 muertos y 28.300 casos, mientras que Virginia posee 208 y 6800, respectivamente, y Minnesota 87 y más de 1.800, según el conteo de la Universidad Johns Hopkins.
Otros estados gobernados por dirigentes republicanos tienen, en cambio, cifras mucho menores: Nebraska con 21 muertos y 952 casos, Virginia Occidental con 12 fallecidos y más de 700 infectados, y Wyoming con 2 víctimas fatales y casi 300 contagiados.
Ayer, el presidente Trump presentó su plan para que los estados puedan empezar a reabrir su economía a partir de su situación local y adelantó que algunos podrían hacerlo «inmediatamente mañana», por el día de hoy.
Nombró a algunos de los estados gobernados por republicanos que tienen cifras bajas, pero ninguno de ellos anunció el inicio de la reapertura de sus economías.
El gobernador de Missouri, el republicano Mike Parson, en cambio, decidió hoy extender la cuarentena hasta el 3 de mayo, aunque prometió tratar de ir flexibilizando gradualmente antes.
Ese estado registra 170 muertos y más de 5.500 casos confirmados de coronavirus.
En tanto, uno de los demócratas señalados por Trump, la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, aseguró que espera poder reabrir la economía del estado el 1 de mayo -fecha que había propuesto el mandatario-, pero dijo que solo hará «de manera inteligente» para evitar nuevos brotes, según la cadena CNN.
La economía estadounidense ya está mostrando claras señales de recesión y, especialmente su mercado laboral está en crisis, luego que 22 millones de trabajadores se inscribieran como desempleados para recibir el seguro del Estado en el último mes.
Por eso, Trump está presionando cada vez más fuerte para comenzar a flexibilizar las medidas de aislamiento y distanciamiento social, impuestas por cada estado para frenar la transmisión del virus.
Según su plan, un paso central para que cada estado pueda levantar las medidas y volver a la normalidad es que tengan un sistema masivo de testeo que permita prevenir nuevos brotes.
El problema principal, en este punto, es que el mandatario considera que el testeo es una obligación de cada estado y no una función también del gobierno federal.
«¡Los estados deben aumentar el testeo!», exigió el mandatario por Twitter, justo cuando el gobernador de Nueva York, el demócrata Andrew Cuomo, reclamaba nuevamente en su conferencia diaria que el gobierno federal lo ayude a incrementar las pruebas de coronavirus.
«El gobernador Cuomo debe pasar más tiempo ‘haciendo’ y menos ‘quejándose’. Salí y hacé tu trabajo. ¡Dejá de hablar!», escribió el mandatario y luego agregó: «Por lejos, le dimos más dinero, ayuda y equipo a Nueva York que resto de los estados, y esos grandes hombres y mujeres que hicieron su trabajo nunca recibieron unas gracias».
En medio de su conferencia, Cuomo no dudó en contestarle al presidente.
«El gobierno federal no se puede lavar las manos con esto y decir: ‘Ah, los estados son responsables del testeo’. No podemos hacerlo. No podemos hacerlo sin ayuda federal», sentenció el gobernador.
Visiblemente enojado, el demócrata aseguró que le agradeció al gobierno federal en repetidas ocasiones su ayuda.
«No sé que debería hacer.. ¿enviarle un ramo de flores? No es como si usted nos hubiese mandado un cheque personalmente, pero gracias», agregó, citado por la agencia de noticias EFE.
Nueva York sigue siendo el brote más importante del país y aunque las cifras de internaciones e ingresos a terapia intensiva parecen haberse estabilizado y hasta descendido un poco, el estado aún sufre un alto número de muertes y contagios diarios.