Acaba de hacerse público el mayor estudio sobre coronavirus en murciélagos en China.
Se trata de un proyecto de colaboración internacional entre científicos chinos, australianos y estadounidenses.
Las conclusiones no son muy optimistas: se han detectado cientos de coronavirus diferentes en murciélagos, que además los transportan por amplios territorios.
No hemos superado aún la pandemia del COVID y en cualquier momento podría haber otra con un coronavirus diferente.
Antes de nada, ¿qué tienen de especial los murciélagos? Que son mamíferos y que su variedad es extraordinaria.
Los murciélagos son, tras los roedores, los mamíferos más diversos sobre la Tierra: hay más de 1.200 especies diferentes.
Otra manera de pensarlo: de todas las especies diferentes de mamíferos en nuestro planeta, el 20% son murciélagos.
El sureste asiático es una región con grandes poblaciones de murciélagos. Y los murciélagos son «huéspedes» de los coronavirus.
En los últimos 20 años han ocurrido al menos tres grandes brotes de coronavirus con origen en los murciélagos en China: el virus llamado «SARS-CoV» que provocaba graves neumonías y mató a casi 800 personas en 2008; el virus llamado «SADS-CoV» por el que murieron miles de cerdos en las granjas de la provincia de Guandong en 2016, y el virus llamado «SARS-CoV-2», responsable de la actual pandemia.
Existen dos grandes familias de coronavirus encontradas en murciélagos. A estas dos familias de virus se las conoce como alfa y beta-coronavirus. El virus que provoca la COVID pertenece a los beta-coronavirus.
También hay diferentes familias de murciélagos, pero el estudio se centra en las más comunes en China: «Rhinolophidae», «Vespertilionidae», «Hipposideridae», «Miniopteridae» y «Pteropodidae».