Entre las ventajas para el país en el corto plazo, el Centro de Economía Política Argentina mencionó que “se podría esperar un relajamiento de las tensiones cambiarías” y, a la par, “se gana margen fiscal para financiar transferencias a sectores populares” que estimulen el consumo.
El Centro de Economía Política de Argentina (CEPA) consideró hoy que el acuerdo alcanzado con los bonistas para reestructurar la deuda bajo legislación extranjera permitirá “despejar vencimientos de deuda en el corto plazo, descomprimir la demanda de dólares, y liberar recursos fiscales para destinarlos a recuperar el consumo y la producción”.
En un comunicado, el CEPA también destacó que “el ahorro resultante asciende a US$ 37 mil millones” y que Argentina “logró comprar tiempo para los próximos 5 años”, ya que la negociación establece que la carga a pagar entre 2020 y 2024 pase de US$ 63.644 millones a US$6.116 millones.
Asimismo, resaltó que con esta propuesta “los acreedores redujeron su oferta 70%, mientras que Argentina la mejoró 35%”, dado que “los bonistas arrancaron ofreciendo un acuerdo por US$ 92 de valor presente neto (VPN) por cada US$ 100 de valor original de cada título, y el Gobierno argentino, en abril de 2020, se propuso pagar U$S 40″ y finalmente, el acuerdo se cerró en un valor torno a los US$54,8.
Entre las ventajas para el país en el corto plazo, el CEPA mencionó que “se podría esperar un relajamiento de las tensiones cambiarias” y, a la par, “se gana margen fiscal para financiar transferencias a sectores populares” que estimulen el consumo.
Además, “el eventual acceso al crédito internacional en el mediano plazo podría abaratar la financiación de las empresas en un contexto de pandemia donde el apalancamiento es fundamental”, sostuvo.
También subrayó que “las comisiones de los agentes colocadores son más bajas que en reestructuraciones previas” y explicaron que “no habrá grandes modificaciones del ratio deuda/PBI, porque el cálculo se realiza considerando stock de capital de deuda y no hay grandes quitas al mismo, sino que la clave es reducción de intereses y extensión fuerte de plazos”.
No obstante todos estos beneficios, advirtió que “el acuerdo requiere de crecimiento económico en los próximos años” porque “si la economía argentina logra recuperarse hasta 2024, entonces ese mismo proceso habrá generado una buena porción de los recursos fiscales y de los dólares necesarios para afrontar las acreencias que vendrán por delante”.
En cambio, “si la economía presenta un derrotero similar al del período 2015/19, con una retracción de casi 5%, entonces nos encaminaremos hacia un nuevo canje en peores condiciones que las actuales”, precisó.
El CEPA sostuvo que el próximo paso es la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), al que señalaron como “corresponsable” de la crisis económica que vivía el país previo a la pandemia, debido al préstamo por US$57.000 millones que el organismo otorgó al país en 2018 y que a la fecha representa una deuda de US$44.000 millones.