Los imputados cumplen prisión preventiva desde la apertura de la investigación realizada el 1 de julio. Este viernes se venció el plazo otorgado por el juez. En audiencia la Fiscalía solicitó la continuidad de la prisión preventiva hasta la audiencia preliminar, fundada en la persistencia de riesgos procesales. Los defensores se opusieron al pedido entendiendo que a medida que avanza la investigación el riesgo de entorpecimiento disminuye y la prisión preventiva se torna desproporcionada. El juez Rolón consideró que en esta etapa procesal, los riesgos pueden ser cautelados con un arresto domiciliario y la prohibición de contacto por cualquier medio con las víctimas y con cualquier vecino de la zona en que ocurrió el hecho.
Con esta modalidad de cumplimiento, los imputados deberán permanecer dentro del predio de su domicilio. El juez les aclaró que si pisan la vereda se considerará un incumplimiento y volverían a ser alojados en comisaría. La medida se extenderá hasta la audiencia preliminar.
La fiscal María Bottini, junto a la funcionaria Cecilia Bagnato, informaron los avances realizados en la investigación, que sostienen la hipótesis fiscal. Hablaron además del temor de víctimas y testigos, destacando que no se da a conocer en audiencia la identidad de los testigos para evitar exponerlos innecesariamente.
Las defensas particulares se opusieron a la medida, alegando que a esta altura de la investigación no hay justificativo para sostener la prisión preventiva, solicitando que se establezcan medidas menos gravosas para cautelar el riesgo de entorpecimiento que ya mermó considerablemente porque la Fiscalía reunió numerosas evidencias con las que llevar el caso a juicio.
El hecho
El lunes 29 de junio, aproximadamente a las 21:10 hs, uno de los imputados llamó a la puerta del domicilio del denunciante, su vecino. Al abrir, dos sujetos habrían sorprendido al anfitrión, uno lo habría golpeado con un caño de hierro en la cabeza, al menos tres veces. Inmediatamente, el vecino habría arrojado una estocada al pecho de la víctima con un cuchillo. Hicieron subir al denunciante a la planta alta, lo arrojaron al piso y uno de ellos volvió a pegarle en la cabeza con el mismo hierro, mientras el otro intentaba apuñalarlo sin éxito por la resistencia que ofreció el denunciante.
Ataron con cinta las manos de dos mujeres que había en la vivienda. El denunciante se levantó y arrojó contra la pared a uno de los atacantes, otro se acercó por atrás, lo sujetó con un brazo presionándole el cuello mientras con la otra mano le efectuó golpes de puño en la cara a la altura del pómulo derecho. Forcejeando cayeron por las escaleras. Una de las mujeres se acercó a la escalera, situación que fue aprovechada por otro de los imputados para empujarla y hacerla caer hasta la planta baja.
El relato del denunciante continúa indicando que ya en la planta baja se incorporó e intentó abrir la puerta para pedir ayuda, pero antes, su atacante le gritó a un cómplice que estaba afuera, que no le permita que salgan. La fuerza de la víctima logró vencer la sujeción del picaporte del coimputado, abrió la puerta y pidió ayuda a los vecinos.
El imputado que permaneció en la planta alta revolvió el domicilio en busca de objetos de valor, se apoderó de tres teléfonos, una notebook y dinero en efectivo, señaló Red 43.