Así lo señaló, Gerardo Gallardón, responsable de la Compañía de Minas Magri S.A, que se dedica a la extracción y procesamiento de turba, en estos momentos con 16 trabajadores, cuatro de ellos incorporados en plena pandemia.
La planta se ubica en un predio de 360 hectáreas y la turba se extrae en un mallín ubicado a 500 metros de la Ruta Nacional Nro 40. La turba es un material vegetal, que se extrae, se procesa y se seca al sol o en hornos, sirve para la agricultura y floricultura. Tienen clientes en distintas localidades chubutenses y del país.
Hay una judicialización y «hubo durante doce años una mala administración, de la que nosotros no podemos hacernos cargo», dijo Gallardón, en relación a la situación judicial que tiene esta firma que a lo largo del tiempo ha tenido diferentes administradores.
Lo real es que Gallardón está desde hace poco más de un año, con el proyecto de apertura de un laboratorio biológico, además de la mano de obra local que genera: «Somos una de las pocas empresas privadas de El Hoyo con trabajadores de la localidad».
En las últimas horas «estamos siendo intimados por el Area de Inspectoría, a cargo de Horacio Leiva, que nos pide pagar patentes de vehículos que pertenecían a la anterior administración, nos pide que presentemos papeles de la composición societaria de una empresa que es una Sociedad Anónima, nos amenaza que va a cerrar porque no tenemos los impuestos al día; piden que se construya una pasarela que pase por arriba de la turbera, quieren que en 30 días presentemos informes ambientales, que están en curso al igual que el estudio de impacto ambiental que lo está realizando una entidad de Esquel.
Y la Secretaría de Trabajo nos pide un montón de cosas para seguridad de los trabajadores, que nunca tuvieron un accidente.
«Nosotros nos hicimos cargo de una empresa, pero no podemos hacernos cargo de los 12 años de mala administración que tuvo. Y eso en el Municipio lo saben», dijo Gallardón.