Una mujer que vive en el barrio Tiro federal de Trelew, es víctima constante de ladrones que le entran a robar con total impunidad, nada menos que a metros de una dependencia policial cuyos empleados aunque parezca mentira, no pueden hacer nada para atraparlos.
A estas alturas no nos costaría creer que los malvivientes desvalijen la misma sub-comisaría que la víctima tiene enfrente de su domicilio, puesto a que los uniformados que están allí nunca ven nada e increíblemente se ven impotentes ante la tarea de detener a estos sujetos, lo que demuestra una inoperancia mayúscula.
En contramano a la creencia que nos dice que mientras más cerca de un edificio policial esté uno residiendo más seguro vivirá allí, pasan estas cosas.
Juana es una mujer que vivía en la ciudad de Rawson a comienzos de la pandemia, allí le robaron 3 veces, luego se mudó a Trelew justo enfrente de la sub-comisaria, donde ella creía que iba a estar más segura debido a la constante presencia policial… lo equivocada que estaba.
Mientras el Ministerio de Seguridad sube videos de Massoni persiguiendo tranzas y metiéndose en casas equivocadas, destruyéndolas con el GEOP; a Juana ya le robaron 4 veces más en su nuevo domicilio y los policías nunca ven nada y tampoco movieron un dedo para recuperar sus cosas, teniendo en cuenta que la pobre mujer se cansó de denunciar los hechos, pero parece que como su caso no es considerado de interés para hacer política no le dan importancia.
El último robo en su actual domicilio fue perpetrado en Mayo de éste año donde le desvalijaron completamente su hogar llevándose hasta una mesa.
El más reciente ocurrió por la tarde de este jueves pasado donde los delincuentes, aprovechando que la casa se encontraba sola, se hicieron de una valija con ropa y dos televisores, uno de los cuales fue recientemente comprado y la damnificada todavía no empezó a pagar la primera cuota.
La verdad que imaginar un grupo de personas corriendo con dos televisores, a plena luz del día enfrente de una sub-comisaria y resultar de dicha secuencia que ningún uniformado vió nada ni tampoco pudieron localizarlos da mucho que pensar, eso sin mencionar que los malvivientes le rompieron el portón de entrada, es decir, se encargaron de hacer todo el ruido posible para lograr su cometido y los policías nunca percibieron nada extraño.
Como si todo lo informado fuera poco, Juana cuenta que tiene que soportar con impotencia ver como los delincuentes venden en Facebook, las cosas que le despojaron.
Hizo denuncias un sinfín de veces y ante el desinterés policial, fue directamente a fiscalía a entregar fotos de esas publicaciones, pero se encontró con que lamentablemente nadie estaba interesado en ayudarla.
Juana sospecha que los delincuentes son menores de edad y que viven todos en el barrio 290 viviendas, es decir, enfrente del Tiro federal, a juzgar por la información que le aportaron sus vecinos.
Imágenes de cómo le dejaron la casa: