Hasta el locutor de la policía ligó: de oficial ayudante pasaría a ser directamente subcomisario, y de ahí partiría la polémica lista de policías que pese a tener causas judiciales o sumarios pendientes, en varios casos, igualmente ascenderían. El más controversial de los ascensos sería el del secretario del jefe de Policía, que ya como un acomodo llegó a ese cargo. Al comisario Néstor Artiles “quieren ascenderlo –también sin escalas– a general”, la jerarquía intermedia no existiría para él.
Lo mismo pasó con la hermana de los Gómez, quien de la noche a la mañana se fue al grado de comisario. A ganar un sueldo casi millonario con el que se va a poner esa tan ansiada tienda en Trelew.
No son pocos los que con total indignación e impotencia aseguran hoy que “los Gómez y Massoni vinieron a destruir a la policía” del Chubut.
Como el poder que tienen, temporariamente, les da para eso y mucho más, no titubean ni pierden el tiempo: hacen lo que se les da la gana, sin ningún tipo de control “y si estas en desacuerdo, hacele juicio al Estado”; a alguno se le ha escuchado decir.
Lo que comentan en Jefatura es que Miguel Gómez, el jefe de Policía, ha acomodado a todos sus amigos y que ahora está ascendiendo a sus leales. Los que han hecho las cosas bien, que no tienen sumarios, ni causas en la Justicia; pueden esperar.
Dicen que en los próximos días, antes de fin de año, se conocería la tan polémica lista de ascensos extraordinarios y también los cambios que el pro-minero Massoni quiere realizar en las dependencias policiales de Trelew a las que traería –en algunos casos como jefes—a aquellos oficiales que iban a lo del narcotraficante Omar “El Cura” Segundo a comer asado con el tristemente célebre Ángel “El Tero” Gómez Ocampo.