El presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó con vetar el proyecto de ley de financiación militar de 2021 si el Congreso no deroga la ley que protege el estatus de las redes sociales, por considerar que esas plataformas lo desfavorecen políticamente.
La sección 230 de la Ley de Decencia en las Comunicaciones le brinda inmunidad a las empresas tecnológicas como Facebook y Twitter para que no puedan recibir acciones legales en su contra por el contenido publicado por sus usuarios.
Estas dos redes son las principales destinatarias del enojo de Donald Tump, después de que comenzaran a censurar o marcar como falsas publicaciones del presidente. Lo cierto es que el mandatario afirmaba -sin pruebas- haber perdido las elecciones del mes pasado debido a un fraude electoral.
“La sección 230 (…) representa una seria amenaza a nuestra seguridad nacional y a la integridad de las elecciones”, dijo el martes por la noche en Twitter el mandatario republicano, que no fue reelegido pero se niega a admitir su derrota.
Section 230, which is a liability shielding gift from the U.S. to “Big Tech” (the only companies in America that have it – corporate welfare!), is a serious threat to our National Security & Election Integrity. Our Country can never be safe & secure if we allow it to stand…..
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) December 2, 2020
“Por lo tanto, si la muy peligrosa e injusta sección 230 no se termina completamente como parte de la Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA), me veré obligado a VETAR inequívocamente el proyecto”, agregó, refiriéndose al proyecto de ley anual que autoriza el presupuesto del Pentágono.
Algunas de las mayores empresas tecnológicas se encuentran en el ojo de la tormenta en ambos lados del espectro político de Estados Unidos. Tanto demócratas como republicanos las critican por su manejo de los contenidos durante la campaña presidencial de este año, pero también por sus tratos monopólicos y por la manera de gestionar a sus competidores.
Funcionarios republicanos acusaron a las redes sociales de censurar las voces conservadoras, e interrogaron al respecto al jefe de Facebook, Mark Zuckerberg, y al de Twitter, Jack Dorsey, durante audiencias en el Congreso a principios de noviembre, realizadas de forma virtual por el coronavirus.
Ambas plataformas limitaron el alcance de muchas de las publicaciones de Trump, en particular aquellas en las que el presidente rechazó su derrota electoral o cuestionó la integridad del proceso de votación.
Twitter censuró mensajes del presidente, mencionando la manera en que violaba sus reglas: apología de la violencia, contenido engañoso, etc.
El presidente electo, el demócrata Joe Biden, también afirmó la Sección 230 debe ser “revocada” pero no ofreció detalles de ningún plan para reformar la legislación.
En una entrevista con The New York Times el presidente electo explicó que nunca fue “un gran fan de Zuckerberg. Creo que es un problema real”, refiriéndose a la lucha que los demócratas mantienen contra Facebook y otras plataformas por la desinformación.
“Está propagando falsedades que ellos saben que son falsas, y deberíamos establecer estándares similares a los que están haciendo los europeos en relación con la privacidad”, explicó Biden en la entrevista, al hablar de la la campaña de “los e-mails secretos de Biden” ejecutada en redes sociales por el equipo de Trump.