Dos argentinos que viven en las afueras de Madrid aseguraron a Télam que pasaron de «flipar» (entusiasmarse) por la nevada a sentir «temor» por lo que está generando la histórica tormenta de nieve que afecta a la península ibérica desde el pasado viernes, ya que empezaron a tener dificultades para concurrir al trabajo o abastecerse en los supermercados.
En diálogo con Télam, la argentina Fabiana Basso, que vive desde hace 20 años en el ayuntamiento de Torrelodones, unos 24 kilómetros al noroeste de Madrid, camino a la sierra de San Lorenzo del Escorial, contó que «nunca se vio algo así».
«Lo más increíble es que está nevando y no para. Estamos todos encerrados y sin poder sacar los autos», aseguró la mujer que residió otros 10 años en Francia, donde dijo «era común que nevara pero no en esta cantidad».
«Lo más increíble es que está nevando y no para. Estamos todos encerrados y sin poder sacar los autos»
FABIANA BASSO
Tras comentar que el Ayuntamiento les pidió mantenerse en sus casas, Fabiana dijo que de lo lindo de ver nevar como no ocurría hace muchos años en Madrid, «pasamos a estar acojonados; nos da miedo la cantidad de nieve acumulada, las agujas que salen de las tejas de los techos, la imposibilidad de poder movernos».
«Es tanta la nieve que no podés abrir ni la puerta, ya no es tan bonito», agregó la mujer, que es mediadora de conflictos interculturales del ayuntamiento de Madrid, y actualmente hace teletrabajo.
«Se que hubo una época en la que nevaba todos los inviernos en Madrid, y no sucedía hace muchos años, pero lo más llamativo es que desde que comenzó la pandemia (de coronavirus) he dejado de ver la boina de la ciudad de Madrid (denominan así a la nube de polución que cubre la capital española), y si esto es consecuencia de la limpieza de la naturaleza, bienvenida la borrasca», indicó Fabiana.
Sin embargo, su conclusión ante la situación dramática que están viviendo, es que «esto no termina de estar guay y te acojona».
Por otra parte, en diálogo con Télam, el argentino Ariel Gómez, que vive desde noviembre de 2018 en la ciudad de Móstoles, 20 kilómetros al sur de Madrid, contó que vive la misma situación que su compatriota, y que se encuentra «confinado en la ciudad, sin poder ir a trabajar por los cortes en las rutas».
«El primer día fue hermoso ver nevar, sobre todo por los chicos (tiene tres hijos de 8, 10 y 15 años), pero ahora la situación no es tan agradable y empezamos a tener problemas de abastecimiento porque los supermercados están cerrados», explicó el argentino que trabaja en un restaurante de Pozuelo de Alarcón, al que no va desde el viernes por el corte de las autopistas de circunvalación de Madrid (las carreteras M30, M40 y M50).
«El primer día fue hermoso ver nevar, sobre todo por los chicos, pero ahora la situación no es tan agradable y empezamos a tener problemas de abastecimiento»
ARIEL GÓMEZ
Mas allá de que disfrutó al armar el tradicional muñeco de nieve con su esposa, hijos y su perro Beagle, Ariel expresó su preocupación por lo que sucederá cuando empiece el deshielo. «El agua empezará a congelarse porque esperamos temperaturas de unos 15 grados bajo cero para la próxima semana», detalló.
También contó que el hospital Universitario «Rey Juan Carlos» de Móstoles se encuentra «aislado» y que muchos vecinos que el viernes concurrieron a consultas, «quedaron varados sin poder regresar a sus hogares».
«Esta ciudad no está preparada para la nieve Y como todos, estamos esperando que el domingo salga el sol y empiece a mejorar la situación, pero sabemos que por unos días vamos a estar así, incluso ya suspendieron las clases el lunes y martes, para poder trabajar en la limpieza de las calles», concluyó.