En materia de protocolos para la reapertura de los cines el uso de barbijo será obligatorio en todo momento, salvo cuando se ingieran alimentos o bebidas. Los espectadores deberán luego volver a colocárselo.
Con la presentación formal de un protocolo que ya cuenta con el aval de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, las entidades representativas de la exhibición cinematográfica dieron un paso más para la reapertura completa de las salas y los complejos de cine de la Argentina, que permanecen cerrados desde hace casi 10 meses.
Casi toda la expectativa está puesta en la Ciudad y en la Provincia de Buenos Aires, que concentran la gran mayoría de las salas y complejos, y cuya actividad tracciona al resto del país.
En los últimos días se reabrieron algunos cines en varias provincias (Entre Ríos, Chubut, Jujuy, Santiago del Estero) y la tendencia se empezó a notar más fuerte en Córdoba, donde volvió la actividad en los complejos locales de dos de las principales cadenas multipantalla de la Argentina: Cinemark Hoyts y Showcase.
El protocolo parte del reconocimiento de que cada función «no podrá superar el 50% de la capacidad de cada sala o lo que determine cada autoridad jurisdiccional». Por cada butaca ocupada se dejarán dos butacas fijas libres tanto a ambos costados como en los mismos lugares de las filas de adelante y de atrás.
El uso de barbijo será obligatorio en todo momento, salvo cuando se ingieran alimentos o bebidas. Los espectadores deberán luego volver a colocárselo.
Las funciones tendrán un cronograma destinado a reducir al máximo los riesgos de congestionamiento o acumulación de público entre función y función, así como permitir la desinfección de las salas. Las puertas se mantendrán abiertas entre función y función durante 10 minutos por lo menos. También están contemplados los criterios expresos para garantizar la correcta ventilación de las salas.