Bruno Drobeta, director senior de Samsung Electronics para Argentina, Uruguay y Paraguay explicó que ha sido un año ambiguo, de ventas comparativamente escasas, pero que no cayeron y fueron similares a las de 2019. Ese podría ser el resumen de la industria móvil en el año de la pandemia. Además, un mercado cruzado por rumores sobre los dólares para la importación, la salida del Ahora 12 y lanzamientos importantes.
“La compañía tiene una posición sólida, con 30 años de presencia local”, asegura Drobeta ante Infobae. Según datos del mercado, la marca coreana lidera el segmento de celulares, con un 60 por ciento de participación, y también el de televisores, con 30% del share. “El plan es seguir expandiendo nuestra línea de productos, muy enfocados en los dispositivos insignia. En esta pandemia fuimos una de las pocas compañías que estuvimos del lado del sol: nuestros dispositivos pasaron de esenciales, en muchos casos, vitales”, dijo el ejecutivo.
La coreana acaba de lanzar su nuevo flagship, el Galaxy S21. Viene en tres modelos, todos 5G: S21, Plus y Ultra. Si se los compra en el sitio oficial de la compañía entre 12 al 25 de febrero se puede acceder a un eVoucher de hasta $33.000, financiamiento en cuotas sin interés y diferentes beneficios, como packs con auriculares (Buds Pro), cargadores y relojes digitales (Watch Active2) gratis.
— ¿La industria se queda sin stock? Por momentos parece no haber equipos en el retail…
— El 2020 tuvo muchos momentos. A nivel ventas fue un tamaño muy parecido al 2019.
— ¿Cuántos equipos se vendieron?
— Unos 7 millones de celulares y 1,8 millones de televisores. En celulares fue similar a 2019, pero ese año el dato estuvo alineado a la demanda. En 2020, hubo problemas de oferta más que nada, de disponibilidad de productos. Casi un trimestre, el segundo del año, las fábricas estuvieron cerradas y eso fue cero producción. Los stocks desaparecieron. Luego se abrió, pero con protocolos restrictivos. La oferta estuvo siempre atrás de la demanda, por eso la segunda parte del año fue constante a nivel ventas, pero en cierto punto con una demanda insatisfecha que no pudimos cubrir. Eso, en líneas generales, le pasó a todo el mercado de tecnología. A nivel global fue similar.
— ¿Tienen problemas para importar insumos para fabricar en Tierra del Fuego?
— No estamos teniendo ningún inconveniente de importación. Puede llegar a estar en riesgo los que importan productos terminados, pero todo lo que es la isla no hay ningún inconveniente, no estamos teniendo problemas de aprobaciones. El problema de oferta no es por limitación gubernamental, en absoluto. Está más asociado a restricciones productivas de faltantes de productos. Tierra del Fuego, la fabricación nacional, no tiene limitaciones.
— En momentos de la segunda mitad del año pasado las versiones eran que el sector no tenía más dólares, que el BCRA no se los daba para importar.
— No es un secreto que hoy el Gobierno tiene como prioridad tratar de preservar y crecer reservas. Esa es la gran problemática de Argentina. Obviamente, estamos hablando de industrias que consumen dólares. Pero es un sector que genera empleo también. Lo que pasa en Tierra del Fuego está más asociado a la extensión del régimen de promoción que termina en 2023. Las preguntas y discusiones se centran hoy en qué pasará después de esa fecha: si se va a extender, como se hizo en el pasado, o de qué forma va a seguir la producción de tecnología en Argentina. Esa es la discusión. Falta, hay tiempo, pero el empresario que está allá se hace esa pregunta. Por ejemplo, para lanzar el S21 invertimos más de un millón de dólares en la isla porque es un teléfono 5G, y para el Z Fold, de pantalla flexible, hubo que traer equipamiento del exterior. Se invierte todo el tiempo y esos desembolsos tienen que tener un periodo de amortización.
— ¿A Samsung que le conviene más, el modelo local o que se abra la importación por completo?
— Lo mejor para nosotros es tener una definición lo antes posible. Si hay cambios, se necesita tiempo para adaptarse. Tenemos más de 100 operaciones en el mundo y la mayoría importan producto terminado, pero tenemos otras similares a la Argentina y hay fabricación directa, como en Brasil. Siempre nos vamos a adaptar, pero lo ideal es tener información lo antes posible, tener previsibilidad. Ambos modelos tienen pros y contras. ¿Qué nos conviene? Más allá de la importación y los dólares, nuestro sector necesita tener reglas claras y saber en los próximos 10 años cómo van a ser las cosas, tener previsibilidad. Si hay algún cambio seguramente lo haremos más rápido que otros.
En esta pandemia fuimos una de las pocas compañías que estuvimos del lado del sol: nuestros dispositivos pasaron de esenciales, en muchos casos, vitales
— Samsung en Argentina ¿Cómo es el modelo de importación de la empresa?
— Samsung tiene partners locales que importan las partes. Mirgor, antes también Brightstar, con celulares, y Grupo Frávega, con celulares y televisores en Tierra del Fuego. En Cañuelas, Visuar, con heladeras, lavarropas, microondas y aspiradoras. Ellos compran los kits y los manufacturan localmente. El proceso de celulares tiene más partes; el de televisores, por ejemplo, se complementa con placas locales. La chapa de las heladeras y los lavarropas se construye 100% en el país.
— Brightstar fue una de las multinacionales que dejaron el país en 2020. ¿Tuvieron algún impacto por esa salida?
— Brightstar tiene operaciones con Samsung en toda la región, EEUU y Europa por lo cual se trabajó para no tener un impacto en el suministro. Fue una transición bien llevada la integración que terminó haciendo con el grupo Mirgor, que ya era otro de nuestros partners. Hubo mucho profesionalismo.
Fuente: Infobae