No es algo nuevo ya en el Grupo Especial de Operaciones Policiales, GEOP, este tipo de cosas; personal supuestamente “entrenado psicológicamente” para actuar en circunstancias especialmente apremiantes… más que entrenados diríamos “desequilibrados”.
Este sábado por la mañana, el ministro de Seguridad Federico Massoni anduvo “figurando” como es de costumbre (violando la ley nuevamente con flagrancia al ingresar a las propiedades privadas) junto al subjefe de policía Néstor “tero” Gómez Ocampo (amigo del narcotraficante Omar “el cura” Segundo) y el cuestionado jefe Miguel Gómez, en un allanamiento que tuvo como lugar un domicilio de Puerto Madryn, por una causa de robo a una distribuidora.
En el transcurso del violento ingreso al domicilio como es protocolar en este tipo de diligencias, el GEOP asesinó fríamente a la mascota de los dueños de casa; una perra marrón que aparentemente habría ladrado al momento de la irrupción de los efectivos al hogar o habría salido a atacarlos.
Lo poco tranquilizador es que aparentemente la perra habría sido ejecutada con su cabeza contra el suelo, a juzgar por las imágenes que les mostraremos a continuación:
En ésta imagen vemos un patrón de sangre conocido como “Forward Spatter”, es decir el registro de sangre en forma de spray, con el típico grupo de aristas dirigidas en un solo sentido y ubicadas paralelamente una de otra.
Esto quiere decir que allí donde ustedes ven la mancha estuvo un parietal de la cabeza de la perra, y ese patrón de sangre no es más que aquella que, proveniente del orificio de salida de la bala, drenó entre la cabeza del animal y el suelo.
Aquí vemos el cuerpo del can, más precisamente el lateral que estuvo contra el piso.
En la observación “1” vemos claramente el orificio de salida del proyectil encontrándose con la resistencia del suelo, si nos fijamos atentamente en la observación “2”, está el rostro del animal manchado de su propia sangre ya seca y en la observación “3”, observamos los restos de piedras del lugar donde habría sido depositado posterior al hecho sobre la superficie de tierra, justamente del lateral izquierdo del animal, como podemos ver en la primera foto.
Aquí, en esta última imagen el cuerpo está girado con su lateral derecho sobre un trapo, manta o frazada; suponemos que fue posicionado de esta manera por el mismo dueño para fotografiar la herida.
Teniendo en cuenta este análisis es posible sostener la teoría de que la perra podría haber sido ejecutada contra el piso de un disparo en la cabeza y probablemente a “quemarropa” como se dice en la jerga criminalística, mientras el animal yacía en el suelo de costado.
Por lo tanto, lo que creemos que pudo haber pasado es lo siguiente:
En caso de que esto sea así, ¿Qué necesidad había de matar al animal si ya estaba reducido contra el suelo por uno de los miembros del GEOP?
Seguramente muchos preguntarán: ¿Qué alternativa hay en medio de un allanamiento donde es indispensable el “factor sorpresa” y se da la circunstancia de que el animal responde con agresividad a los operadores? Bueno, hay miles de formas de actuar en situaciones así sin tener que llegar a quitarle la vida al can; una de ellas sería operar con protecciones anti-mordeduras como los que se ven en las imágenes:
De hecho, la brigada canina de la policía ya tiene este equipamiento para el entrenamiento de los “K-9”, creemos que con todo el dinero que despilfarra el Ministerio de Seguridad, una buena Inversión sería incrementar las compras de este tipo de prendas (quizás más aerodinámicas para no reducir la movilidad de los agentes en un operativo) para aprovisionar a las unidades especiales de asalto; muy probablemente en ésta nota le estaríamos aportando buenas ideas a Massoni para hacer política, ya que tanto le gusta, esperamos que lo aproveche.
Las fuerzas especiales del primer mundo tienen éste tipo de protecciones en sus vestimentas, para lidiar con ataques feroces de animales sin tener que llegar a ejecutarlos; en verdad, si nos ponemos a analizar desde el punto de vista táctico dispararle al animal en medio de una redada es una estupidez; porque sería algo así como anticipar tu presentación a los dueños de la casa antes de que le tires la puerta abajo, asi que no estaríamos respetando mucho el “factor sorpresa” que tanto usan los policías para justificar este tipo de casos…
Con éstas protecciones imaginamos que los “ursos” que integran las unidades especiales de la policía van a poder, después de tanto desarrollo de musculatura en los entrenamientos, reducir a un can sin salir lastimados ni exponer sus vidas… ¿Queremos creerlo no?
Consideramos que Massoni, tan amante de los animales que supuestamente es, como se muestra en las fotos que se hace sacar acariciando perros para subirlas a las redes; va a tomar en cuenta nuestras propuestas para terminar con estos casos de violencia desmedida que ejercen unidades como el GEOP, contra los animales en el transcurso de los allanamientos…
Pensamos que sería un buen gesto político para él que le encanta hacer campaña con todo, o por lo menos consideramos que sería mejor antes que hacer política con la muerte de las personas.
La otra sería la utilización de dardos tranquilizantes, que consideramos que el gobierno podría con su peso político conseguirlas como munición “no letal” para los animales en éste tipo de circunstancias.
Pero estas cosas, sostenemos que van mal desde “el vamos”, puesto a que las brigadas de investigaciones son las encargada de hacer inteligencia previo al operativo y podrían haber constado la existencia de una mascota potencialmente agresiva en el domicilio a irrumpir, de ésta manera podrían haber tenido información suficiente para actuar a consecuencia, de la manera menos perjudicial posible y sobre todo con sutileza.
El lanzamiento de una porción de carne al animal con sedantes no dejaría de ser una buena idea previa al desarrollo del allanamiento, por lo menos sería algo más “defendible” ante la sociedad que la barrabasada que han cometido en este operativo.
Antecedentes…
Años atrás, la unidad táctica ya había sido blanco de repudio por su accionar desmedido en las redadas; el periodista de policiales Hugo Gabriel Vidal cuando existía el tan recordado noticiero televisivo de Trelew “Cablenoticias”, (1998-2005/06) ya se había encargado de dar difusión a un escandaloso hecho donde el GEOP había irrumpido a un hogar violentamente, en búsqueda de delincuentes y en el proceso mataron a la mascota de la vivienda y además, quedó registro fílmico de un operador de la unidad especial que mantenía reducida en el piso a una niña de unos 10 o 12 años, con su rodilla en la espalda y su escopeta apuntando a la cabeza de la pequeña.
La niña yacía en el suelo esposada boca abajo como si algo a su corta edad pudiera hacer contra enormes agentes policiales armados hasta los dientes.
Hugo Gabriel Vidal en aquella época pudo registrar en video toda esa secuencia en el lugar de las diligencias y luego lo pasó en vivo en “Cablenoticias”, que se transmitía todos los días por la noche;
Como consecuencia se generó un escándalo que tuvo repercusión hasta en las organizaciones de derechos humanos nacionales, porque no solo mataron al perro de la familia a la que le allanaron el hogar, ni solo produjeron un escándalo al mostrarse reduciendo a la niña de esa forma, sino que también SE HABIAN EQUIVOCADO DE CASA, entrando violentamente al domicilio de una familia que nada tenía que ver con el delito.
En esas épocas, la unidad táctica se vio intensamente cuestionada porque se había hecho bastante frecuente entrar violentamente a casas equivocadas destruyéndolas; algo que hasta hoy en día no ha cambiado, si tenemos en cuenta el caso del hombre al que los efectivos, el año pasado le destruyeron el portón de la casa haciendo marcha atrás con la camioneta policial, y no tenía nada que ver con el delito por el cual se realizaba el procedimiento.
El caso de Elías Saavedra
Otro caso de inutilidad policial y crueldad con los animales fue el del sargento Elías Saavedra, quién el 26 de marzo del 2020 por la tarde se encontraba recorriendo a pie las calles de un barrio de Playa Unión y se encontró con “Tita”, una perra que salió de un patio y por alguna razón empezó a ladrarle.
Muchos de nosotros alguna vez experimentamos una situación así y nos bastó con agarrar una piedra del suelo y amagar con lanzársela o bien simular que agarramos algo del suelo para que el animal se alejara; bueno, al sargento Saavedra no se le ocurrió una mejor idea que desenfundar su arma reglamentaria y pegarle un balazo a la perra, muriendo ésta luego de unos minutos de agonía.
Compartimos con nuestros queridos lectores el link donde se encuentra publicada la entrevista que una de las dueñas de “Tita”, brindó a CHOLILA ONLINE contando con mucho dolor la historia que le toco experimentar: