Un ciudadano de Estados Unidos, en el estado de Indiana, construyó un pupitre que podría servir como refugio para los estudiantes en caso de que se vieran envueltos en un tiroteo dentro de la escuela. El país norteamericano es el país que más ataques armados en centros educativos registra en el mundo.
Luego de un ataque en 2018, Todd Drummond, junto con su hijo, puso manos a la obra y se pusieron a crear el primer pupitre antibalas. Lejos de poder limitar el acceso a las armas de fuego en su país, al ex guardia de seguridad escolar se le ocurrió la idea de construir un espacio seguro para que los chicos pudieran esconderse.
Casi tres años después, tienen el producto terminado: un escritorio macizo de unos 60 kilos fabricado a partir de material antibalas. Este puede resistir “el impacto de una bola de bowling que se mueve a 88 kilómetros por hora”, explicó Drummond al medio local WLOX. Si comenzara un tiroteo en una escuela, el estudiante debe colocarse debajo del pupitre y cerrar la puerta con una manija que está del lado de adentro.
Dentro del “refugio” también hay una manija que quedaría encima de la cabeza del alumno. Ambas tienen el objetivo de “evitar cualquier acción que busque abrirlo”, explicó el ciudadano del país norteamericano. “Abrirlo supondría un esfuerzo enorme”, aseguró.
El valor del pupitre es de 1.800 dólares. El peso del escritorio hace que sea muy difícil de mover, sobre todo si la persona detrás del ataque está apurado, agregó el inventor. Esto ayudaría a evitar una masacre como la ocurrida en la escuela de Parkland, Florida, el 14 de febrero de 2018, donde fallecieron 17 estudiantes.