Argentina es uno de los proveedores de alimentos más importantes del mundo, y su presidente, Alberto Fernández, está anunciando la posibilidad de aplicar un aumento en los impuestos.
Si la industria agrícola continúa vendiendo alimentos en el país a los mismos precios a los que los exporta, el Gobierno tomará el asunto en sus propias manos, dijo Fernández al periódico Pagina|12, dando como ejemplo la carne de vacuno. Las ventas al exterior de la famosa carne roja argentina se encuentran en un récord, impulsadas por China, mientras que el consumo interno se está desplomando.
“Si no lo entienden, me obligan a resolver el problema y no pueden hacerse los desentendidos”, dijo Fernández.
El repunte de las cosechas –y tal vez una medida de su aliado Rusia para gravar las exportaciones de cereales– alentó al Gobierno a tomar medidas hace varias semanas. Prohibió las exportaciones de maíz.