En estos tiempos donde tres naciones diferentes se disputan la colonización de Marte, una de las primeras preguntas es, justamente, qué organismos terrestres podrían sobrevivir en la atmósfera del planeta rojo.
Por este motivo, científicos de la NASA y del Centro Aeroespacial Alemán, en Colonia, pusieron a prueba la resistencia de los organismos lanzándolos a 38 kilómetros de altura, en la estratosfera terrestre, algunas de cuyas condiciones se asemejan a las que reinan en la superficie de Marte.
El trabajo despeja el camino para comprender cómo los microorganismos pueden llegar a ser una amenaza para las futuras misiones espaciales, pero también para determinar hasta qué punto las futuras colonias humanas podrían llegar a ser independientes de los recursos enviados desde la Tierra.
“Hemos probado con éxito una nueva forma de exponer bacterias y hongos a condiciones similares a las de Marte mediante el uso de un globo científico capaz de hacer llegar nuestro equipo experimental hasta la estratosfera de la Tierra –explica Marta Filipa Cortesāo, primera autora del artículo–. Algunos microbios, en particular las esporas del hongo de moho negro, lograron sobrevivir al viaje, incluso cuando fueron expuestos a una alta radiación ultravioleta”.
Comprender bien la resistencia de los microbios a los viajes espaciales se considera vital para el éxito de futuras misiones. Entre otras cosas, para estar seguros de que al buscar vida extraterrestre no terminemos encontrando organismos que han viajado con nosotros desde la Tierra.
“En las futuras misiones tripuladas a Marte –asegura la primera autora conjunta Katharina Siems– necesitamos saber si los microorganismos asociados a los humanos podrían sobrevivir en el planeta rojo, ya que algunos podrían suponer un riesgo para la salud de los astronautas”.
Con todo, algunos de esos microbios podrían revelarse como valiosos “colaboradores” de la exploración espacial ya que podrían, por ejemplo, ayudarnos a producir alimentos y suministros con independencia de la Tierra, algo de vital importancia cuando estemos lejos de casa.
Condiciones similares
Muchas de las características del medio ambiente marciano no resultan fáciles de encontrar o de replicar en nuestro planeta, pero por encima de la capa de ozono, en la estratosfera media de la Tierra, las condiciones son notablemente similares.
“Lanzamos los organismos a la estratosfera dentro del experimento MARSBOx (Experimento de Microbios en Atmósfera para Radiación, Supervivencia y Resultados biológicos) –apunta Cortesāo–, que se mantuvo a presión marciana y se llenó con atmósfera marciana artificial durante toda la misión. La caja contenía dos capas de muestra, con la inferior protegida de la radiación. Eso nos permitió separar los efectos de la radiación del resto de las condiciones probadas: desecación, atmósfera y fluctuación de temperatura durante el vuelo. Las muestras de la capa superior, por el contrario, se expusieron a más de mil veces la radiación ultravioleta que es capaz de causar quemaduras solares en nuestra piel”.
“Si bien no todos los microbios sobreviven al viaje –añade Siems– uno que se detecta previamente en la Estación Espacial Internacional, el moho negro Aspergillus niger, pudo revivir después de volver a casa. Los microorganismos están estrechamente relacionados con nosotros. Están en nuestro cuerpo, en nuestra comida, en nuestro entorno… y es imposible eliminarlos durante los viajes espaciales. Utilizar buenas versiones del entorno marciano, como la misión del globo MARSBOx a la estratosfera, es una forma realmente importante de ayudarnos a explorar todas las implicaciones de los viajes espaciales en la vida microbiana. Y de estudiar cómo podemos impulsar ese conocimiento hacia descubrimientos espaciales asombrosos”.