El fin de semana en la zona sur se registraron 15 casos y hace 10 días hubo otros 7 en el sector norte. La policía dice que el ladrón es uno solo y que está filmado pero hasta el momento no lo han podido atrapar. Los hechos se suman a una verdadera colección de robos en viviendas y asaltos que no salen en la prensa, porque la policía de Massoni los oculta.
Esa es la estrategia del polémico ministro de Seguridad y su gente para hacerle creer al ciudadano de que ellos le están ganando a la delincuencia, cuando la realidad indica lo contrario.
El otro día –por ejemplo—en una sucesión de robos que hubo en pocas horas y en distintos lugares de Trelew, a un vendedor de autos le entraron a su casa y además de una computadora y otras pertenencias le llevaron 350.000 pesos y 2.000 dólares.
Fue en un robo que le hicieron entre las cuatro de la tarde y las doce de la noche mientras estaba ausente de su domicilio, ubicado en la zona sur de la ciudad.
En Trelew siguen habiendo los mismos hechos de inseguridad que hubo siempre; no han mermado, al contrario. Uno se da cuenta con solo mirar algunas redes sociales que les sirven a las víctimas para publicar lo que les han robado y evitar así que alguien compre esas cosas o denuncie al que las está vendiendo.
Allí también se pone en evidencia que hay muchos casos que no son denunciados en la policía, porque los mismos damnificados lo dicen. Parece que lo consideran una pérdida de tiempo al no creer que les vayan a recuperar aunque sea algo de lo que les sustrajeron. En Madryn y en Comodoro que son las otras ciudades de la provincia en donde también dicen que los robos y asaltos se han incrementado preocupantemente pasa exactamente lo mismo.
Mientras tanto Massoni moviliza a un “ejercito” de policías para hacer “teatro” con esos operativos en el centro de las ciudades en los que se hace filmar y fotografiar revisando bolsos, pidiendo documento o lo que es peor interrogando a demorados violando la Ley sin ningún problema.
La semana pasada uno de sus obsecuentes y secretario privado de El Tero Gómez Ocampo, “El Chimango” Paulino Gómez –un decadente director de Seguridad de la policía— llenó de uniformados las calles de un sector de un barrio de Trelew, tan solo para provocar a los vecinos, de los que solo –por suerte– recibió un rosario de insultos.