El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, consideró este lunes que las muertes que deja la pandemia de coronavirus “no se pueden medir en números”, se preguntó “cuántos serían” muchos fallecidos y adelantó que así como se instaló en el país la idea de “blindar abril” con las restricciones, ocurrirá lo mismo con mayo.
«Cada muerte es una tristeza. Las muertes no se pueden medir en números. ¿Cuántas son muchas muertes? ¿10, 20, 70? Si es un familiar de cada uno de nosotros, o un ser querido, ya debería de dolernos. Me parece que contar los muertos como si fuera una cifra es demasiado frío», expresó Lacalle Pou.
En una conferencia de prensa que dio en Soriano y consignaron diarios montevideanos, el mandatario consideró que la vacunación y la conducta de cada uruguayo hará que “pasemos de la mejor manera posible estos momentos”.
En este sentido, subrayó que así como con algunas restricciones se buscó “blindar abril”, un concepto que instaló Rafael Radi, uno de los integrantes del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), “posteriormente deberá ser mayo».
El presidente manifestó que duele mucho” recibir cada día el informe con las muertes por Covid-19 en el país y lamentó que “por supuesto algunas de esas muertes podrían haber sido evitables con otras conductas”.
Resaltó además que los Centros de Tratamiento Intensivo (CTI) «no han colapsado» pese a que se vaticinaba eso desde hace semanas, aunque admitió que el sistema “está estresado, y sobre todo la gente que trabaja está con mucho cansancio, con muchas horas”.
Según el sitio del diario La República, la ocupación total de las unidades de cuidados intensivos es de 75,1% y existen 532 pacientes internados por Covid-19, según datos de la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva (SUMI).
“Hoy, que la cosa no anda como uno querría, por más que el horizonte se ve un poco menos nublado, es lo mismo: si las cosas salen bien es por la conducta de los uruguayos. Y si no, la responsabilidad es del gobierno. Y para ser bien claro: no es del gobierno, es del presidente de la República”, enfatizó Lacalle Pou.
El Ejecutivo uruguayo fue reacio inicialmente a establecer restricciones duras y únicamente buscó bajar la circulación, pero la suba abrupta de casos y la aparición de contagios en los 19 departamentos lo empujaron a otras medidas, entre ellas la suspensión de las clases presenciales.
En los últimos días el país llegó a los 160.000 contagiados, aunque 130.000 ya se recuperaron. Las muertes suman algo más de 1.700.
Fuente: Telam