La directora de la ONG Bios Argentina, Silvana Buján, explicó que «las grandes catástrofes sucedieron por errores humanos o por cuestiones ambientales, en un mundo cuyo cambio climático se manifiesta día a día de manera más violenta».
El accidente de Chernobyl, considerado el mayor desastre atómico de la historia, abrió el camino hacia la desnuclearización y el uso de energías renovables en un mundo donde «no es conveniente construir centrales nucleares», opina la directora de la ONG Bios Argentina, Silvana Buján.
«El empuje de la energía nuclear debe virar hacia las energías renovables; se tiene que apoyar el hidrógeno, la mareomotriz, la solar, la eólica, porque es un disparate lo que cuesta construir una central nuclear», dijo Buján, autora del libro «Energía nuclear», en declaraciones a Télam.
La periodista científica señaló que «el gasto por Chernobyl todavía hoy en día sigue produciéndose, porque los distintos sarcófagos (del reactor) que se fueron construyendo requirieron de endeudamiento y ayuda internacional. Fue un gasto descomunal«.
Buján opinó que «no es conveniente construir centrales nucleares», luego de la catástrofe de Chernobyl del 26 de abril de 1986, y señaló que «el camino razonable al futuro es la desnuclearización».
La experta consideró que el gasto de Chernobyl es «similar al que está ocurriendo con la central de Fukushima en Japón, tras una década desde que ocurrió el accidente» en esa ciudad ubicada 250 kilómetros al norte de Tokio, el 11 de marzo de 2011.
La directora de Bios Argentina explicó que «las grandes catástrofes sucedieron por errores humanos o por cuestiones ambientales, en un mundo cuyo cambio climático se manifiesta día a día de manera más violenta».
Para Buján, luego del desastre de Chernobyl «cayó en picada la construcción de nuevos reactores» y afirmó que «tuvieron que pasar muchos años para que tímidamente algunos países empezaran a apostar por dicha actividad».
«La energía nuclear no es sustentable ni renovable, pues el combustible que se utiliza es un mineral que está en el suelo y, al igual que los otros minerales, se agota con el tiempo»
Buján dijo que «tampoco se toma en cuenta el costo a futuro del basurero nuclear -que es necesario y que no tenemos-, para poner los residuos nucleares de alta actividad».
La experta explicó que a esos residuos nucleares «hay que custodiarlos luego durante 20.000 años» y señaló que «la problemática nuclear va más allá del riesgo de un accidente».
«No puede haber armas nucleares si no hay reactores nucleares haciendo energía; no podemos tener un material inventado por el hombre, como es el plutonio, que necesita estar custodiado y resguardado durante miles de años, porque estamos dejando a las generaciones futuras un riesgo gigantesco que no podemos ocultar bajo la alfombra», señaló.
La analista dijo que «aunque no se ha detenido la construcción de plantas nucleares, se han aprendido valiosas lecciones en materia de seguridad y prevención, y se han sofisticado los mecanismos de detección, control y respuesta frente a potenciales accidentes».
«Las consecuencias de más largo plazo y en materia nuclear luego de Chernobyl son que se han mejorado sustantivamente los controles de seguridad en las plantas nucleares», remarcó Zaccato.
La especialista en Relaciones Internacionales señaló que «hoy existen sistemas de seguridad que son tres veces más eficaces que los que había en aquellos años, los cuales vuelven casi nulas las probabilidades de errores humanos, como el que se cree que ocurrió en Chernobyl».