Recordemos que Silvia Iralde, quien se encuentra a cargo de la Dirección General de Estadísticas y Censos de Chubut, además de haber sido cuestionada por supuesta malversación de fondos, al revelarse la existencia de presuntos pagos de viáticos por tareas que al parecer nunca se llevaron a cabo; a la licenciada también la habían denunciado sus propios empleados por violencia laboral, los cuales estarían siendo hostigados en sus trabajos a raíz de ello.
Como generalmente ocurre en este tipo de historias de oficina, en la Dirección General de Estadísticas y Censos habría una conformación de dos bandos: personal disgustado con Silvia Iralde, quienes la califican de maltratadora y otro grupo de empleados que serían serviles a la funcionaria, resultando un clima extremadamente hostil en la dependencia.
Los acusadores de Iralde la estarían pasando muy mal, de hecho uno de ellos habría sido denunciado por la misma en carácter de represalia, por violencia de género en la comisaria de la mujer. Esa denuncia consta en el expediente administrativo 396/20; lo normal hubiera sido que el empleado se enterara de tan grave denuncia… pero nunca fue notificado, formando algo así como una especie de “prontuario silencioso” en contra de ese agente. Como “testigos” de ese dudoso hecho, Iralde agrega a un grupo de personas que, según nos cuentan, no estaban al momento en el que supuestamente se dieron los hechos de “violencia de género” que ella denuncia: el hecho habría tenido lugar a las 14 horas y los empleados que ella agregó como “testigos”, según el parte diario de la oficina se habrían retirado del lugar al mediodía, es decir unas dos horas antes de que ocurra el supuesto suceso. Por lo tanto se trataría de testigos truchos, que además serían parte del grupo de administrativos serviles a ella.
En conclusión, Silvia Iralde habría cometido una presunta catarata de irregularidades en lo que va de su gestión al frente del organismo: Malversación de fondos, abuso de poder, violencia laboral, formulación de denuncia presuntamente falsa de violencia de género contra los que piensan distinto a ella, utilización de testigos truchos para lograr sostener acusaciones presuntamente falsas, hostigamiento, etc.
Silvia Iralde además arengaría a los administrativos que están a favor de ella a hostigar al personal que denunció violencia laboral mediante varios métodos de persecución, entre los que se encontrarían: la búsqueda de causales de despido, el traslado a otros organismos, la aplicación de sanciones, etc.
Lo peor de todo, es que según nos denuncian, la Dirección General de Sumarios, órgano encargado justamente de ser imparcial y tomar medidas cuando corresponda contra personajes como Iralde, estaría trabajando a favor de ella. Pero nuestras fuentes también nos comentan que contaría con la colaboración de una íntima amiga suya en la Dirección de Personal del Ministerio de Economía, la señora Susana Palleres; quien se encargaría de gestionar las cosas como para que Iralde supuestamente opere con impunidad en su área de trabajo.
Un dato de color: “renació de las cenizas” como dice el refrán, una tal Paula Álvarez Ferranti. Esta funcionaria en el pasado ostentaba ser nada menos que la directora general de Personal Docente y No Docente del Ministerio de Educación. En 2017 le pidieron la renuncia aparentemente por acumular reclamos de parte de sus empleados, quienes la habrían señalado por supuesto maltrato laboral (Por lo que vemos tendría cosas en común con Iralde). Pero en la actualidad, Silvia Iralde como consecuencia del inmenso cariño que le tiene, la metió en su equipo y ahora se encuentra “trabajando” para ella con un sueldo de $65.896 con 53 centavos. Pero eso no sería todo, según nos cuentan nuestras fuentes, Iralde la habría hecho “figurar” en uno de los operativos dudosos de los que comentábamos en la nota anterior (hace clíck aquí para enterarte) quizás para que gane un frondoso monto dinerario supuestamente de forma ilegal; en palabras de nuestras fuentes: “habría cobrado por ocho personas”.
Ahora los empleados de Iralde, están batallando junto a sus abogados contra ella a contra-corriente sus situaciones individuales, puesto a que habrían sido suspendidos omitiéndose absolutamente todos los pasos legales como para llegar a esa medida. Recordemos que para llegar a la suspensión de un agente se deben cumplir con una serie de pasos administrativos, bueno, en este caso se habrían obviado todos.
¿Cuál es el motivo por el que Silvia Iralde aún continúa en su cargo y estaría siendo tan protegida por el gobierno de la provincia? ¿El primer mandatario chubutense tendrá alguna relación personal con ella?
Leé el otro artículo: Escándalo: supuestos pagos ilegales de viáticos en la Dirección General de Estadísticas y Censo de la provincia