La minería a gran escala, sus riesgos, la probable contaminación, las consecuencias impredecibles para sus habitantes y la naturaleza, el costo y el supuesto beneficio económico, deben ser debatidos. Arcioni, se opone.
Es oportuno recordar lo que nos dice el Papa Francisco: «escuchemos el grito de la creación».
El 19 de Mayo de 1993 se promulgó, de hecho, la Ley de Inversiones Mineras. Norma “leonina” como muy pocas.
Produjo un claro perjuicio para el País y las Provincias que cometieron el “error” de adherir a la misma.
Solo una semana después de la promulgación en Nación, el Poder Ejecutivo Provincial solicitó a la Legislatura del Chubut adherir a la Ley N° 24.196.
Con la firma de Carlos Maestro ingresó a la Cámara de Diputados el 26 de Mayo de 1993, el Proyecto de Ley N° 043 con una nota que en su segundo párrafo dice: “La adhesión propuesta permitirá que los interesados en realizar inversiones mineras en nuestra Provincia no queden excluidos de los beneficios que otorga el mencionado régimen”.
Fundamenta luego: “Finalmente y de acuerdo al artículo 4° de la mencionada Ley Nacional, la presente adhesión resulta indispensable, ya que no tendrá vigencia en aquellas provincias que no hayan adherido a la misma expresamente”.
Chubut adhirió mediante Ley XVII N° 47 (Antes 3866) a la Ley Nacional que establece regalías que no podrán ser superiores al 3% sobre el valor “boca de mina”, estabilidad fiscal por 30 años, el derecho de las mineras de reclamar ante las autoridades nacionales, o provinciales las devoluciones sobre cualquier alteración a la estabilidad fiscal por parte de las provincias y municipios, y excepción de Impuesto a las Ganancias, entre otros “beneficios especiales”.
Hay que derogar la Ley XVII N° 47. Ésta es la Solución Definitiva, dadas las circunstancias presentes y futuras en nuestra Provincia.
En Septiembre de 2013 se realizó en Roma una reunión con representantes de empresas mineras de diferentes naciones donde el Papa Francisco expresó su preocupación por muchas situaciones que provoca la extracción minera.
En la Biblia la primera industria a la que se hace mención es la Minería, dijo el Cardenal Peter K. Turkson, y agregó: “Nada de nuestro mundo podría existir sin ella. Tomen por ejemplo su casa, quiten lo que deriva de la extracción minera y les queda solo el préstamo que tienen que pagar”.
La Iglesia Católica Apostólica Romana, con su máximo representante el Papa Francisco no se opone a la minería, pero SI pregona que sea una Minería Responsable. “Un nuevo modelo de asociación y desarrollo, que se funde en la certidumbre de que la actividad de extracción tiene éxito solo si va acompañado por un ambiente limpio, por comunidades locales vivas, y con la fructificación de la riqueza minera de las naciones”.
Con la legislación vigente y el comportamiento del sector minero al menos en la Argentina, y el descontrol y corrupción de Chubut, estamos muy lejos de que esta situación “ideal” se pueda conseguir.
Por ejemplo las mineras en Chubut, dicen, faltando a la verdad, y esto lo repiten algunos políticos y comunicadores sociales, que el Proyecto de la UAC Chubut prohíbe toda forma de minería. Esto es falso de falsedad absoluta.
La verdad es que el Proyecto de la UAC Chubut, que fuera avalado por 13.007 ciudadanos, primero y más de 30.000 en la segunda presentación, y que algunos Diputados ni leyeron, establece Parámetros de Sustentabilidad Ambiental en las
Explotaciones Mineras, y solo solicita se prohíba la actividad referida a minerales nucleares tales como el uranio y el torio, por su altísima y comprobada peligrosidad.
De hecho que al faltar a la verdad las empresas mineras, que es sabido están “derramando mucho dinero” en difusión falaz, ya están demostrando falta de responsabilidad y que con tal de lograr sus propósitos económicos son capaces de apelar a todo tipo de recursos.
Un Documento de la Iglesia del Chubut con reflexiones sobre la Minería aborda en uno de sus puntos el tema Corrupción y Otros Conflictos y dice: “Como los beneficios que esta actividad genera son muy altos los gobiernos locales o de los países son coptados por las empresas, que consiguen leyes mineras a su mayor interés”.
Si la Honorable Cámara de Diputados, deroga la actual Ley XVII N° 47, por la cual Chubut adhirió a la Ley Nacional de Inversiones Mineras, desaparecería el interés de las empresas del sector en realizar explotaciones en Chubut ya que no tendrían los “beneficios” que les otorga la “leonina” Ley N° 24.196 de Inversiones Mineras.
Mario Das Neves tenía un doble discurso sobre minería, y hay quienes sospechan que hasta un tercer discurso, sobre una peligrosa actividad que de implementarse en la provincia generaría pan para hoy, y hambre y muerte para mañana.
En Chubut actualmente el gobierno de Mariano Arcioni no quiere, no puede o no sabe controlar el agua de los ríos Senguer, y el Chubut, a las petroleras en las cantidades que extraen y cómo lo hacen, a los recursos del mar y la preservación del caladero, a nuestros bosques nativos, a Aluar S.A. y varios sectores más están fuera de control.
Así las cosas es imposible siquiera imaginar que la Provincia pueda realizar los controles sobre una industria como la minera que genera riesgos permanentes a la vida humana, hasta con muertes prematuras, y a la madre tierra daños con testimonios contundentes.
Es de esperar que la derogación a la Ley de Inversiones Mineras se concrete, y es fundamental que los Diputados del Chubut no vuelvan a burlarse del PUEBLO, y que como dice el Papa Francisco: «escuchen el grito de la creación».