Chubut

Banfi, sobre su ingreso al STJ: “Podemos hacer un gran trabajo en todo lo que tiene que ver con perspectiva de género”

La flamante nueva ministra del Superior Tribunal de Justicia, Camila Banfi en diálogo con Crónica se refirió a distintos temas; habló sobre su nombramiento como jueza del Superior Tribunal de Justicia y de las críticas que se hicieron en torno al tratamiento de su pliego, destacó el hecho de que dos mujeres hayan llegado al máximo órgano de justicia de la provincia por primera vez, y también se refirió a la zonificación minera y al supuesto “blindaje” que tuvo por parte del gobierno el cuestionado proyecto. “Ahora que soy ministra del Superior Tribunal, pienso que, desde mi lugar, voy a poder darle una perspectiva diferente a ciertas temáticas”, sostuvo la abogada especializada en derecho penal.

Camila Banfi nació en Mendoza, en el año 1974. Se recibió de abogada en la Universidad de Buenos Aires en el año 2006 y se especializó en derecho penal. Su carrera estuvo marcada desde un principio por una gran pasión por la rama penal. “Estudié en la UBA, inicié la carrera en 1999. Cuando llegué al ciclo profesional orientado, decidí dedicarme a la rama del derecho penal. En el último año de la carrera, teníamos prácticas profesionales, que se hacen dentro de la universidad. En esa época, a mí me había interesado un trabajo que estaba haciendo el Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales. Estuve trabajando un año en la cárcel de Ezeiza, ahí fue cuando di mis primeros pasos en temas de género y penales, siempre orientado hacia mujeres y hombres privados de su libertad”, contó la abogada.

Posteriormente, en el año 2006, Banfi se mudó a la provincia de Río Negro y comenzó a trabajar como abogada en el Patronato de Liberados. Más adelante, en 2007, decidió rendir un concurso para ser jueza de faltas. Trabajó en el municipio de San Carlos de Bariloche hasta el 2010, momento en el que se radicó en Comodoro Rivadavia. “El derecho penal siempre fue mi primer amor. Desde que elegí la carrera, supe que quería dedicarme a esto. Hice muchos cursos de especialización en esta rama, más allá de que también me gusta mucho la docencia. Durante mi estadía en Bariloche, hice muchos trabajos que tenían que ver con capacitación a diferentes entidades municipales. Por razones familiares, en el año 2010 vine a vivir a Comodoro. Empecé siendo funcionaria de Fiscalía y tuve la posibilidad de trabajar en casi todos los sectores. En el 2013, rendí un concurso para ser Fiscal General. Cuando ingresé en ese puesto, empecé a trabajar en delitos contra la propiedad, después tuve un tiempo en delitos contra la integridad sexual, y finalmente me dediqué a homicidios y delitos complejos”.

La tarea del fiscal: “Es un rol que te templa mucho el carácter”

Con el paso de los años, la nueva ministra del Superior Tribunal de Justicia fue progresando en su carrera dentro del Ministerio Público Fiscal. Así fue como en el año 2021, el Procurador General de la provincia le pidió a la mujer oriunda de Mendoza que ingresara como Jefa de Fiscales, tarea que comenzó en junio del año pasado. “La tarea del fiscal es apasionante, es un trabajo muy lindo, sobre todo el rol que tenemos en el proceso penal, no solo porque investigamos y obtenemos pruebas, sino porque, además de ser los titulares de la acción, tenemos que exponer las pruebas, la parte investigativa. Fue algo que viví con mucho entusiasmo durante todos los años en los que trabajé en la Fiscalía. Es un rol que te templa mucho el carácter, hay situaciones muy difíciles que uno tiene que enfrentar”, se sinceró la entrevistada.

El año anterior a asumir como Jefa de Fiscales, a Camila Banfi le habían consultado por la posibilidad de ser ministra del Superior Tribunal de Justicia. La propuesta llegó desde un sector del Partido Justicialista. Fue algo que la tomó por sorpresa, tal es así que la abogada especializada en derecho penal se tomó su tiempo para dar su respuesta final. “Me sorprendió el hecho de que, entre los nombres que se barajaban, apareciera el mío. Al principio me sorprendió, después, reflexionando, pensé en lo mucho que duele que las mujeres no puedan acceder a estos lugares de toma de decisión. La doctora Bustos y yo somos las primeras mujeres en llegar a la corte provincial en sesenta y tres años de historia. Yo estaba muy comprometida con mi tarea como fiscal, pero prometí analizar la propuesta. Ahora que soy ministra del Superior Tribunal pienso que, desde mi lugar, voy a poder darle una perspectiva diferente a ciertas temáticas, profundizar, por ejemplo, el trabajo en la oficina de la mujer del Superior Tribunal. Pienso que podemos hacer un gran trabajo en todo lo que tiene que ver con perspectiva de género”, sostuvo Banfi.

Compromiso con la institucionalidad

En otro tramo de la entrevista con este diario, Camila Banfi habló sobre su designación y cómo se dio el proceso en la Legislatura. La entrevistada destacó el orden que dieron los legisladores para la asunción de los nuevos ministros y se refirió a sus motivaciones más profundas para asumir el desafío de ser jueza del Superior Tribunal de Justicia. “Yo no veo a las mujeres como refundacionales, porque ya hay mujeres en otros lugares de toma de decisión”, resaltó Banfi.

“Cuando fui a la Legislatura, se dio un orden para que los ministros asumieran. Se quiso dar una impronta diferente, entonces juramos primero las mujeres, primero yo, después la doctora Silvia Bustos, y finalmente los hombres. Esto tiene un sentido, me parece que quisieron remarcar una prioridad para las mujeres. Pienso que, ahora, no es que están poniendo mujeres en el Superior Tribunal por el hecho de que tiene que haber mujeres, sino por el hecho de que hay temas especiales a trabajar, como la perspectiva de género”, reflexionó Banfi sobre su nombramiento y el de Silvia Bustos como ministras de la Suprema Corte provincial.

“No podemos esperar que arreglen todo de la noche a la mañana”

Camila Banfi hizo hincapié en los problemas que tiene actualmente el sistema judicial de la provincia, y puso el foco de análisis en el Superior Tribunal de Justicia, que viene trabajando a lo largo de los últimos años con dos ministros. Para tener en cuenta, hay que destacar que durante muchos meses hubo solo un juez, Mario Vivas, debido a que Alejandro Panizzi estuvo abocado a cuestiones de salud. Que el Superior Tribunal de Justicia haya trabajado solamente con un ministro, representa un hecho inédito. El hecho de que el gobierno haya avanzado para completar el tribunal, tiene que ver con una deuda que se tenía desde hace tiempo con el Poder Judicial, algo que fue celebrado por sectores de la política y también desde el mismo sistema de justicia.

“Lo primero que me mueve para ingresar al Superior Tribunal es un profundo compromiso por la institucionalidad. Sé que hoy atravesamos una crisis, que es un momento difícil pero, justamente, estos son los momentos en los que más fuerza tenemos que tener, los que ponen a prueba nuestra tarea. No podemos esperar que arreglen todo de la noche a la mañana. La nuestra fue una jura histórica, es muy importante que dos mujeres integren el Superior Tribunal de Justicia, creo que vamos a poder dar una impronta que esté referida a la perspectiva de género. En lo personal, es algo que voy a impulsar dentro del tribunal, creo que es una institución en donde podemos trabajar fuertemente este tema. Yo no veo a las mujeres como refundacionales, porque ya hay mujeres en otros lugares de toma de decisión. A partir de ahora, tenemos que sentarnos en un plano de igualdad con los varones” afirmó.

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