La naturaleza originaria de la provincia de Chubut y en especial los bosques nativos han retrocedido de manera alarmante en la provincia. Los datos oficiales revelan que en casi dos décadas se destruyeron casi 200 mil hectáreas de vegetación boscosa natural. En paralelo sigue siendo muy elevada la implantación de pinos que ocupan 15 mil hectáreas del territorio provincial, lo que propicia la proliferación de los recurrentes incendios.
Cada vez se destruyen más bosques nativos y espacios de vegetación autóctona en Chubut. El constante avance de los incendios, la deforestación y las plantaciones de pinos han puesto a la provincia en lo que bien podría ser denominado como un genocidio del ecosistema natural.
Los datos oficiales del último Censo Nacional Agropecuario, realizado en el año 2018, revelan que durante los últimos casi 20 años los bosques nativos y la vegetación autóctona se redujeron en 168.928 hectáreas en el territorio chubutense.
Esa reducción del ecosistema natural representó un retroceso de 28% de los bosques nativos en Chubut desde el año 2002. Más allá de lo que se haga, esa naturaleza no vuelve por muchos años.
Dichos datos corresponden al año 2018 y deben sumársele miles de hectáreas devastadas por los incendios de los últimos tres años, especialmente las 11 mil hectáreas de bosques nativos que destruyó el voraz incendio que afectó a la Comarca Andina en la tormenta de fuego producida el año pasado.
Implantación de pinos
En paralelo existen en la provincia 14.986 hectáreas de busques de pinos implantados para la industrialización. Si bien dicha superficie también se contrajo en un 26% -con 5.412 hectáreas menos-, no deja de mostrar una reducción menor a la de los bosques naturales.
Los Departamentos de Cushamen y Futaleufú son los que concentran los pinos implantados. En Cushamen son 10.286 las hectáreas donde se efectúan estas plantaciones industriales y en Futaleufú son 3.575 hectáreas.