La jornada de ayer se caracterizó por una baja en la temperatura, que el fin de semana presentó máximas que alcanzaron los 30 grados de sensación térmica. El día de ayer, con una leve brisa de mar, la playa siguió congregando a personas de todas las edades que decidieron pasar el día en la costa.
Algunos optaron por reunirse en la arena, disfrutar de un mate y el paisaje. Otros, decidieron refrescarse y nadar un rato. Con un panorama repleto de ambientes familiares, muchos niños y niñas aprovecharon para armar castillos de arena y juegos de esparcimiento. Sin dudas la playa sigue siendo un punto de unión para turistas y madrynenses en esta quincena de febrero.